Anota que un día desnuda/ con el alma me amaste,/ antes que el tiempo te cree la duda/ y creas que sólo lo soñaste.
Me estoy haciendo algunas preguntas,
Porque las dudas vienen todas juntas
E invaden sin permiso mi memoria.
Trato de responder cosas que no sé,
Por ejemplo, cómo fue que me encontré
Al amor de repente en tu historia.
O si será que solamente lo imagino
Y que te has cruzado en mi camino
Por una cuestión de mera coincidencia.
Que todo esto ha podido nunca pasar,
Que es tan sólo por motivos del azar
Que sabes ahora de mi existencia.
¿Pero Dios hace las cosas de ese modo?
¿Mueve nuestros hilos y hace que todo
Pueda parecer que sólo lo soñamos…?
¿Será entonces posible que al vernos,
Nunca nos lleva Dios a querernos
Ni se complace porque nos amamos?
Me niego a sacar a Dios de todo esto,
Yo la mera verdad es que detesto
Pensar que pase algo que Él no quiere.
De Él viene lo que mi mano escribe,
Viene de su esencia el amor que vive
Y es nuestra culpa si luego se muere.
Pero volviendo a mis interrogaciones,
¿Pueden ser sólo hermosas ilusiones
Las que ahora ambos estamos viviendo?
¿Un espejismo ante nuestra vista?
¿Es posible que ni siquiera exista
El poema que estoy escribiendo?
Desde que estoy siguiendo tus pasos,
Desde que me siento en tus brazos,
Desde que no dejo de pensarte un día,
Estoy temiendo, te lo debo confesar,
Que de pronto me llegue a despertar
Y todo sean vapores de mi fantasía.
Que desee leerte y no escribas,
Que incluso ni siquiera vivas
En donde solías siempre vivir.
Que haya falta total de tu querer,
Que algo tuyo no tenga que leer
Ni haya inspiración para escribir.
Dios no se puede equivocar
Y si nos ha permitido amar
Tiene que ser por y para algo,
Pero aunque sea contradicción,
Que sea tan sólo una ilusión
Si algún día de tu vida salgo.