Mientras camino bajo la luna
mi andar se ve de repente hechizado
ante la presencia de tan dulce ser
que emana de su espíritu la sensualidad
que irradia el cuerpo aspirante
de sentir las caricias, de gozar y entregar
fervientemente el escondite
mientras los alientos fervientes y anhelantes
se mezclan con los olores vertidos
por las flores que sirven de lecho amante
suavemente nos dejamos llevar
por el hambre, por la sed, de comer y beber
cada uno al otro ser, sentir la piel
cuando frenéticamente se cruza, se lima
ante el fragor del deseo
mientras camina lentamente la mirada
de la cómplice celestina.
Mas aquí no termina mi relato/ solo dejo que tomen un poco de resuello/ como dicen por allá en mi pueblo/es que el sudor empaña el lente/la película apenas empiece.
Como perdido en bosque
mis manos buscan con ardiente placer
guiar a través de las montañas
de los relieves, acariciando cada llanura
sentir la frescura de la corteza
mientras los labios ávidos y resecos
se sumergen sedientos de probar ávidamente
la frescura de tus dulces líquidos
se empieza a sentir lo temblores, las palpitaciones
de las túnicas cubiertas de gotas
por el ardiente sentimiento, mientas sutilmente
tu aliento alimenta mi entusiasmo
de poder explorar las cavidades intensamente
con fragoroso frenesí cadencioso
rompiendo tu arrobamiento el silencio reinante
con el alarido ávido y codicioso
de conjugar y amalgamarnos en un solo cuerpo.
Ahora si me despido/ ansioso estoy de calmar el calor/ que prendió las letras/ saben sus mercedes/ mi mente necesita enfriarse/ para que no se fundan las neuronas.