escritor1982

Canibalismo

 

El fantasma del poeta es un aullido acorralado

como la jungla domada,

como la pompa submarina, 

un zumbido tras el bullicio de lo urbano,

cardinal como las piezas muertas del ajedrez /

recurrente como el adicto por su alivio.

 

El ego de los poetas es un extenso llano de silencios,

tanta amargura en su tristeza / tanto dolor en su razón /

como una carta que se marchita desleída.

Qué es el poema sino un llanto que quiso ser canción /

qué es el poeta sino un grito en rebeldía.