Unas manos cálidas se acercan,
un saludo casual propician luego;
unas manos frías y húmedas se encuentran,
posiblemente cuando llego a Tí inesperada;
unas manos rodean un cuerpo sensualmente,
y buscan una piel desnuda vagamente;
unas manos sin agite ni prisa se deslizan hechiceramente
con suaves y delicados dedos llegan luego al bajo vientre;
unas manos seductoras buscan el escondite
donde Venus disfruta plenamente;
unas manos provocan sonidos elocuentes
indicando lo ardiente del encuentro;
unas manos despiertan el sentimiento máximo
jugando sin prisa aumentan el tormento,
delicia derramada en mar de sentimientos
esas manos benditas endiabladas
tan cálidas y frías ya me encuentran.
esthelarez (2003). Auli. Poemas. Pereira: Litografía supercopias
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