Como una energia sin descargar,
mi caldera hirviendo,
el sudor de cada uno de mis poros
comienza a brotar,
Mi cama es como una tormenta en el mar,
si hasta puedo escuchar los rayos,
es como si detuviera
por una noche mi cuerpo
Ya no se sentir ni dolor de tus dientes
clavados en mis muslos,
ni la suavidad de tus manos en mi cuerpo,
me reconoces como un desierto
escalando mis montañas de arena caliente,
Hasta fundirnos en un solo ser,
Sin ocupar palabras
para lo que estamos sintiendo.
Me conoces como conoces tu mismo cuerpo,
Sabes cuando llegar y cuando partir.
Tus dientes muerden mis labios
y ya no puedo sentir dolor alguno,
solo puedo percibir tu olor
En tu mirada la furia y la ternura
se debaten en duelo a muerte,
en tus caricias la suavidad y la brutalidad.
Y solo puedo sentirme enloquecido
con la brisa de tu sudor, tu sed y tu aliento ,
tu saliva como dulce miel,
Y no quiero salir...