Agustinfranco

Freud o Nietzsche


 

Te sobra la ropa muchacha bonita

Le estorba a mis ojos ese estúpido invento

Que me impide verte la piel, toda la piel

 

Ya se insinúan las formas apetitosas  de tu cuerpo

Cubierto con la ignominia de aquello que le cubre lo bello

Además de apetitoso

 

Deseo confabulado con belleza

¡Ah la armonía al servicio de los placeres!

¡Ah tu cuerpo dispuesto para el mío!

¡Ah fantasías impedidas por tres metros!

 

Y tú, en la otra mesa, indiferente o insinuante

Miras de pronto y te niegas a mi lasciva mirada,

Ahora es Freud quien te tiene entre sus garras

 

Y a mí, Nietzsche no me calma las ganas

Ni la erección que me produjo desear tus formas.

Ni mi incontenible deseo de vos.

 

La biblioteca ofrece otras posibilidades de placer

Aunque sólo me llegue por los ojos