Me atreví a ser libertad
Jugué a ser viento
Para tocar tu rostro,
Para besar cada espacio de tu cuerpo
Sin que Tú siquiera imaginarlo pudieras
Me atreví a musitar en mis labios
Cada letra de tu nombre
Me atreví a soñarte por siempre a mi lado
Me atreví a amar el olor que dejaste impregnado
Aquel día en mi lecho,
Amo el perfume de poeta
Que dejas impreso en Tus versos,
Amo el silencio que me embriaga de tu recuerdo,
Y hoy no entiendo la vida sin tu presencia.
Mientras habito en el dolor
Que dejó por siempre la ausencia
De aquel amor sagrado
Que fue la razón de mi existencia.