Editorial: Monteávila. Caracas. Venezuela Año de edición: 2012 Año leído: 2013 Idioma: Castellano Páginas: 710 Precio: 10 dólares Calificación: 9
La novela Abrapalabra puede ser considerada como obra síntesis de las tendencias que se desarrollaron durante la literatura hispanoamericana del "boom" y del "postboom". Es decir, el magicismo, el sicologismo, el conceptualismo, el neobarroquismo y el historicismo. Su característica fundamental es que no es una unidad, bajo la conceptuación canónica del término.Constituye una suma de narraciones con unidades de acción particularizadas que, unas veces convergen otras divergen, dada la multiplicidad de su temática.
De esta manera,podríamos afirmar que Abrapalabra es una novela historicista; pero con una orientación diferente al historicismo que le precede y al que viene después. Es un historicismo crítico que pone en tela de juicio la validez de la llamada "Leyenda dorada" sobre la colonización europea. Es una novela conceptual, porque sus personajes son símbolos de clases sociales y, por ello, muestran las posiciones económico-políticas que conforman su cosmovisión.Es también una novela magicista, porque hay momentos en que actuaciones fantásticas reemplazan realidades.Como cualquier novela que se precie, el sicologismo nunca falta en ellas. Hay monólogos interiores que en la novela que nos ocupa que son ejemplos de esta tendencia.
Finalmente, sin lugar a dudas, Abrapalabra es una novela neobarroca. El discurso lingüístico en que se fundamenta la historia narrativa está casi completamente apartado de la rigurosidad que presentan las otras tendencias. Notamos un poco la presencia de la "novela juego" que Julio Cortázar propuso en su inmortal Rayuela, para justificar su división entre lectores machos y lectores hembras
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Año de edición: 2012
Año leído: 2013
Idioma: Castellano
Páginas: 710
Precio: 10 dólares
Calificación: 9
La novela Abrapalabra puede ser considerada como obra síntesis de las tendencias que se desarrollaron durante la literatura hispanoamericana del "boom" y del "postboom". Es decir, el magicismo, el sicologismo, el conceptualismo, el neobarroquismo y el historicismo. Su característica fundamental es que no es una unidad, bajo la conceptuación canónica del término.Constituye una suma de narraciones con unidades de acción particularizadas que, unas veces convergen otras divergen, dada la multiplicidad de su temática.
De esta manera,podríamos afirmar que Abrapalabra es una novela historicista; pero con una orientación diferente al historicismo que le precede y al que viene después. Es un historicismo crítico que pone en tela de juicio la validez de la llamada "Leyenda dorada" sobre la colonización europea. Es una novela conceptual, porque sus personajes son símbolos de clases sociales y, por ello, muestran las posiciones económico-políticas que conforman su cosmovisión.Es también una novela magicista, porque hay momentos en que actuaciones fantásticas reemplazan realidades.Como cualquier novela que se precie, el sicologismo nunca falta en ellas. Hay monólogos interiores que en la novela que nos ocupa que son ejemplos de esta tendencia.
Finalmente, sin lugar a dudas, Abrapalabra es una novela neobarroca. El discurso lingüístico en que se fundamenta la historia narrativa está casi completamente apartado de la rigurosidad que presentan las otras tendencias. Notamos un poco la presencia de la "novela juego" que Julio Cortázar propuso en su inmortal Rayuela, para justificar su división entre lectores machos y lectores hembras