Editorial: Random House Mondadiri,C.A. Año de edición: 2005 Año leído: 2009 Idioma: Castellano Páginas: 271 Calificación: 10
Alejo Urdaneta
DESGRACIA,
Novela de J.M. Coetzze
1999
Esta gran novela de Coetzee (1940) expone el carácter de un hombre que ha abandonado todos sus compromisos sociales y morales y atiende exclusivamente a sus deseos, sin sentirse afectado ante su actitud indiferente.
Lurie es profesor en una Universidad de Ciudad del Cabo, y da clases de literatura y lenguas: es culto y preparado y ya siente que el tiempo se acorta a los cincuenta y dos años. Pero no quiere perder la alegría breve pero intensa de la sensualidad y se entrega a los placeres que le brinda una mujer prostituta por encargo, Soraya, con quien sostiene una relación sexual periódica.
También aquí llega para Lurie el hastío, el anhelo incontrolable de ser plenamente libre para tomar decisiones y elegir a quien amar. Pasan por su vida mujeres del instituto académico donde sirve como profesor, pero todo es pasajero, hasta que se encuentra con una alumna de veinte años, desvalida de afectos y con deseos de triunfar en el teatro, Con ella, Melanie Isaacs, entabla una relación que se parece a la ternura pero expresa la naturaleza invasiva y dominadora de David Lurie.
La relación con Melanie está mezclada con un sentimiento protector que el protagonista ejerce hasta que ve en peligro su libertad. Ocurren episodios de fuerza que pretenden ser amor, y Lurie es denunciado ante las autoridades de la universidad. Luego de un proceso es destituido del cargo y decide irse a la casa de su hija, en otra población del país.
Lucy es la hija y vive en situación de pobreza, en una Sudáfrica que se debate entre las etnias y el poder. Sufre ella de la violencia y el padre es ahora una víctima de lo que antes le causaba sólo indiferencia. Es violada la hija por ocupantes de la tierra que habita con su padre David, quien sufre y se percata de la desgracia, la suya y la ajena. Ese hecho violento los marcará a ambos. Lucy se encierra en su tragedia, y Lurie se siente desconcertado por la reacción de su hija, que debería ser de venganza o al menos de justicia. A raíz de ese suceso Lurie reflexiona sobre la naturaleza de los hombres y sus relaciones con las mujeres. Se evade de la realidad escribiendo una ópera sobre Byron. Se aferra al arte para evadir la realidad de lo que vive en el pueblo, ayudando a una vecina a deshacerse de los perros de una perrera.
La vida es algo sin sentido, y así se demuestra cuando se niega a dar unos días más de existencia a un perro con el que se ha encariñado.
Con una enorme economía de recursos, Coetzze nos introduce en el drama del país sudafricano, al mismo tiempo que nos propone la simplicidad terrible del sufrimiento cuando no se padece en carne propia.
Las reflexiones filosóficas de la novela, todas de gran calidad por su sencilla exposición, están diseminadas dentro de los episodios que vive el protagonista. Cuando habla de su vejez y la muerte, o de la pérdida de Dios y el enfrentamiento existencial con la contingencia de lo inesperado de la vida.
Para poder comentar y calificar este libro, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.
Comentarios1
Año de edición: 2005
Año leído: 2009
Idioma: Castellano
Páginas: 271
Calificación: 10
Alejo Urdaneta
DESGRACIA,
Novela de J.M. Coetzze
1999
Esta gran novela de Coetzee (1940) expone el carácter de un hombre que ha abandonado todos sus compromisos sociales y morales y atiende exclusivamente a sus deseos, sin sentirse afectado ante su actitud indiferente.
Lurie es profesor en una Universidad de Ciudad del Cabo, y da clases de literatura y lenguas: es culto y preparado y ya siente que el tiempo se acorta a los cincuenta y dos años. Pero no quiere perder la alegría breve pero intensa de la sensualidad y se entrega a los placeres que le brinda una mujer prostituta por encargo, Soraya, con quien sostiene una relación sexual periódica.
También aquí llega para Lurie el hastío, el anhelo incontrolable de ser plenamente libre para tomar decisiones y elegir a quien amar. Pasan por su vida mujeres del instituto académico donde sirve como profesor, pero todo es pasajero, hasta que se encuentra con una alumna de veinte años, desvalida de afectos y con deseos de triunfar en el teatro, Con ella, Melanie Isaacs, entabla una relación que se parece a la ternura pero expresa la naturaleza invasiva y dominadora de David Lurie.
La relación con Melanie está mezclada con un sentimiento protector que el protagonista ejerce hasta que ve en peligro su libertad. Ocurren episodios de fuerza que pretenden ser amor, y Lurie es denunciado ante las autoridades de la universidad. Luego de un proceso es destituido del cargo y decide irse a la casa de su hija, en otra población del país.
Lucy es la hija y vive en situación de pobreza, en una Sudáfrica que se debate entre las etnias y el poder. Sufre ella de la violencia y el padre es ahora una víctima de lo que antes le causaba sólo indiferencia. Es violada la hija por ocupantes de la tierra que habita con su padre David, quien sufre y se percata de la desgracia, la suya y la ajena. Ese hecho violento los marcará a ambos. Lucy se encierra en su tragedia, y Lurie se siente desconcertado por la reacción de su hija, que debería ser de venganza o al menos de justicia. A raíz de ese suceso Lurie reflexiona sobre la naturaleza de los hombres y sus relaciones con las mujeres. Se evade de la realidad escribiendo una ópera sobre Byron. Se aferra al arte para evadir la realidad de lo que vive en el pueblo, ayudando a una vecina a deshacerse de los perros de una perrera.
La vida es algo sin sentido, y así se demuestra cuando se niega a dar unos días más de existencia a un perro con el que se ha encariñado.
Con una enorme economía de recursos, Coetzze nos introduce en el drama del país sudafricano, al mismo tiempo que nos propone la simplicidad terrible del sufrimiento cuando no se padece en carne propia.
Las reflexiones filosóficas de la novela, todas de gran calidad por su sencilla exposición, están diseminadas dentro de los episodios que vive el protagonista. Cuando habla de su vejez y la muerte, o de la pérdida de Dios y el enfrentamiento existencial con la contingencia de lo inesperado de la vida.