Editorial: Ediciones Rueda, J.M., S.L. Año de edición: 2008 Año leído: 2009 Idioma: Castellano Páginas: 216 Calificación: 7
Yo no existo... (comienza escribiendo el autor). Y por si algún desconfiado, terco o maliciosillo no creyese lo que tan llanamente digo, o exigiese algo de juramento para creerlo, juro y perjuro que no existo; y al mismo tiempo protesto contra toda inclinación o tendencia a suponerme investido de los inequívocos atributos de la existencia real.
Soy -diciéndolo en lenguaje oscuro para que lo entiendan mejor- una condensación artística, diabólica hechura del pensamiento humano, el cual coge entre sus dedos algo de estilo, se pone a imitar con él las obras que con la materia ha hecho Dios en el mundo físico; soy un ejemplar nuevo de estas falsificaciones del hombre que desde que el mundo es mundo anda por ahí vendidas en tabla por aquellos que yo llamo holgazanes, faltando a todo deber filial; y recreándome en mi no ser...
Yo soy Máximo Manso y tenia treinta y cinco años cuando me pasó lo que me pasó.
Para poder comentar y calificar este libro, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.
Comentarios1
Año de edición: 2008
Año leído: 2009
Idioma: Castellano
Páginas: 216
Calificación: 7
Yo no existo... (comienza escribiendo el autor). Y por si algún desconfiado, terco o maliciosillo no creyese lo que tan llanamente digo, o exigiese algo de juramento para creerlo, juro y perjuro que no existo; y al mismo tiempo protesto contra toda inclinación o tendencia a suponerme investido de los inequívocos atributos de la existencia real.
Soy -diciéndolo en lenguaje oscuro para que lo entiendan mejor- una condensación artística, diabólica hechura del pensamiento humano, el cual coge entre sus dedos algo de estilo, se pone a imitar con él las obras que con la materia ha hecho Dios en el mundo físico; soy un ejemplar nuevo de estas falsificaciones del hombre que desde que el mundo es mundo anda por ahí vendidas en tabla por aquellos que yo llamo holgazanes, faltando a todo deber filial; y recreándome en mi no ser...
Yo soy Máximo Manso y tenia treinta y cinco años cuando me pasó lo que me pasó.