Editorial: Enigma Editores. Colección Poesía Año de edición: 2013 Año leído: 2014 Idioma: Castellano Páginas: 72 Precio: 10 dólares
Poemas con perfume francés es el último poemario de la escritora argentina Marta Salvador. En una edición “a confronto”, cuya traducción al francés pertenece a Maggy de Coster, periodista y traductora francesa, consta de veintitrés poemas con una temática no muy amplia, lo cual redunda en la concreción de la obra y en su mejor esplendor lírico. Dentro de tal temática, nos hemos encontrado con lo que pudiéramos llamar una reflexión existencial sobre la vida y sobre nuestro paso por ella. Así, en el poema “No es lo mismo”, la autora nos ofrece una relativización del tiempo y una denuncia de lo que puede ser nuestro paso por la vida. Igualmente, la condición de la existencia como teatro. ¿Qué cosa enmascaramos, nuestra verdad o nuestra mentira? De la misma manera, en “Frente a la ausencia” hay otra meditación sobre el ser, sobre la eterna discusión en torno a la dicotomía espíritu - materia. Marta Salvador se parcializa; es decir, toma posición sobre la existencia dual, cuando nos dice: “No somos cuerpo, sólo [sic] cuerpo / hay luz en nuestro ser / que no se apaga”.
Otro tema a destacar consiste en la presencia del optimismo. La encontramos desde el título en los poemas “No te entregues”, “Resiste” y “Cerca de la muerte”, entre otros. El primero es un llamado a continuar la vida feliz que hubiésemos podido tener en un instante. Algo así como continuar el día, según sus palabras: “Procura asirte de luz / la luz que dejó el día”. De esta manera, no habrá escollos en el camino. El segundo, continuando con la idea anterior, continúa con una serie de infinitivos imperativos que aunque bien puede ser aplicada a las dos personas que forman el discurso interactivo, los versos siguientes desambiguan tal posibilidad, para reghresar al “yo” lírico, como manera de expresar la búsqueda del amor. Esta afirmación tiene como correlato, el uso del deíctico “esta” (la mía) y no “esa” (la tuya” ni aquella (la de la no persona) en el verso “Resistir esta soledad “acompañada”, que -de paso- sin usar las comillas hubiese resultado una imagen sugerente perfecta.
Más adelante, en “Pactemos el amor”, la autora nos comunica la expresión de un deseo vehemente, que atraviesa por una comunicación volitiva bastante válida, en el nivel del significado y con hermosas imágenes sugerentes, en el nivel del significante. Esto lo podemos apreciar cuando la autora nos dice: “dejemos atrás los trenes del olvido” o cuando reitera: “contemplando cristales luminosos del espacio”. Luego finaliza con una especie de entrega retribuida”: “... pactemos el amor / sin condiciones”.
Ahora bien, como en cualesquiera de las producciones textuales de un poeta lírico, es aprehensible en el texto esa parte que concedemos a lo autobiográfico. Tal presencia es notoria en poemas como “Al hombre”, “El emigrado”, “Búscame”, “Al lbro”, “A Ernesto Sábato” y “Hombre bravío”. Pensamos que esa vibración autobiográfica va desde el volcar al lector la propia frustración amorosa, en “Tu nombre”: “Tu nombre se ha borrado / en la espuma del tiempo”, pasando por la por la presencia de la patria chica, en “Amardelplata”, concebida en la forma originalísima de una lexía, hasta la suprema satisfacción corporal cantada en “Hombre bravío”: “Yo afiebrada, rozo con mis cabellos / tu sexo.../¡¡Hombre bravío de las tierras de Vallejo!!”.
Otro eje temático está inscrito en el terror ante la muerte y, fundamentalmente, la muerte de lo que Jorge Manrique llamó una vez ‘la tercera vida’ Sobre todo si se llega a morir fuera del ‘entourage’. Y, menos mal, el final feliz: “¡Resucitó mi cuerpo! / luego abandoné el lenguaje / transido del siencio”. Por supuesto, la poeta habló, habló... y continuará hablando para bien de Argentina y para bien de la poesía.
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Año de edición: 2013
Año leído: 2014
Idioma: Castellano
Páginas: 72
Precio: 10 dólares
Poemas con perfume francés es el último poemario de la escritora argentina Marta Salvador. En una edición “a confronto”, cuya traducción al francés pertenece a Maggy de Coster, periodista y traductora francesa, consta de veintitrés poemas con una temática no muy amplia, lo cual redunda en la concreción de la obra y en su mejor esplendor lírico. Dentro de tal temática, nos hemos encontrado con lo que pudiéramos llamar una reflexión existencial sobre la vida y sobre nuestro paso por ella. Así, en el poema “No es lo mismo”, la autora nos ofrece una relativización del tiempo y una denuncia de lo que puede ser nuestro paso por la vida. Igualmente, la condición de la existencia como teatro. ¿Qué cosa enmascaramos, nuestra verdad o nuestra mentira? De la misma manera, en “Frente a la ausencia” hay otra meditación sobre el ser, sobre la eterna discusión en torno a la dicotomía espíritu - materia. Marta Salvador se parcializa; es decir, toma posición sobre la existencia dual, cuando nos dice: “No somos cuerpo, sólo [sic] cuerpo / hay luz en nuestro ser / que no se apaga”.
Otro tema a destacar consiste en la presencia del optimismo. La encontramos desde el título en los poemas “No te entregues”, “Resiste” y “Cerca de la muerte”, entre otros. El primero es un llamado a continuar la vida feliz que hubiésemos podido tener en un instante. Algo así como continuar el día, según sus palabras: “Procura asirte de luz / la luz que dejó el día”. De esta manera, no habrá escollos en el camino. El segundo, continuando con la idea anterior, continúa con una serie de infinitivos imperativos que aunque bien puede ser aplicada a las dos personas que forman el discurso interactivo, los versos siguientes desambiguan tal posibilidad, para reghresar al “yo” lírico, como manera de expresar la búsqueda del amor. Esta afirmación tiene como correlato, el uso del deíctico “esta” (la mía) y no “esa” (la tuya” ni aquella (la de la no persona) en el verso “Resistir esta soledad “acompañada”, que -de paso- sin usar las comillas hubiese resultado una imagen sugerente perfecta.
Más adelante, en “Pactemos el amor”, la autora nos comunica la expresión de un deseo vehemente, que atraviesa por una comunicación volitiva bastante válida, en el nivel del significado y con hermosas imágenes sugerentes, en el nivel del significante. Esto lo podemos apreciar cuando la autora nos dice: “dejemos atrás los trenes del olvido” o cuando reitera: “contemplando cristales luminosos del espacio”. Luego finaliza con una especie de entrega retribuida”: “... pactemos el amor / sin condiciones”.
Ahora bien, como en cualesquiera de las producciones textuales de un poeta lírico, es aprehensible en el texto esa parte que concedemos a lo autobiográfico. Tal presencia es notoria en poemas como “Al hombre”, “El emigrado”, “Búscame”, “Al lbro”, “A Ernesto Sábato” y “Hombre bravío”. Pensamos que esa vibración autobiográfica va desde el volcar al lector la propia frustración amorosa, en “Tu nombre”: “Tu nombre se ha borrado / en la espuma del tiempo”, pasando por la por la presencia de la patria chica, en “Amardelplata”, concebida en la forma originalísima de una lexía, hasta la suprema satisfacción corporal cantada en “Hombre bravío”: “Yo afiebrada, rozo con mis cabellos / tu sexo.../¡¡Hombre bravío de las tierras de Vallejo!!”.
Otro eje temático está inscrito en el terror ante la muerte y, fundamentalmente, la muerte de lo que Jorge Manrique llamó una vez ‘la tercera vida’ Sobre todo si se llega a morir fuera del ‘entourage’. Y, menos mal, el final feliz: “¡Resucitó mi cuerpo! / luego abandoné el lenguaje / transido del siencio”. Por supuesto, la poeta habló, habló... y continuará hablando para bien de Argentina y para bien de la poesía.
©Luis Álvarez
Roma, verano del año 2014.