Editorial: Alianza editorial Año de edición: 2006 Año leído: 2008 Idioma: Castellano Páginas: 234 Precio: 9 dólares Calificación: 10
Tristana es "seducida" por un hombre mayor con el que está condenada a vivir. Al poco tiempo conoce a Horacio Díaz, un pintor del que se enamora.
La novela está dividida en tres partes bien diferenciadas: la presentación de los personajes, el desarrollo de sus vidas y el cambio que se produce.
En la presentación de los personajes, que Galdós comienza imitando el principio de El Quijote para mostrar a Don Lope Garrido, un Don Juan (ese es su nombre) en declive sobre el que el autor opina y al que analiza destacando tanto lo bueno ( es capaz de arruinarse para ayudar a un amigo, como le sucede con los padres de su protegida) como lo malo (en cuestiones de seducción apenas respeta a las mujeres casadas con sus amigos), un hombre cuya época ya ha pasado, desfasado, incapaz de aceptar su caducidad como seductor.
De la misma forma presenta a Tristana de Reluz, una muchacha joven e inocente engañada por el maduro galán, víctima en varios sentidos y el personaje más noble y bueno de todos, ansiosa de libertad, y al joven del que ella se enamora (en realidad parece más enamorada del amor), Horacio Díaz, un pintor que parece tan soñador como ella, con un pasado igualmente poco afortunado, pero con un fondo acomodaticio.
Galdós desgrana las personalidades y vicisitudes de estos tres personajes y de la criada, Saturna (aunque esta en menor medida) con una prosa rica, quizá algo pasada de moda, precisamente en lo que reside su encanto, llena de imágenes vívidas y muy descriptivas que hubieran sido agobiantes de ser toda la novela así.
La segunda parte, comienza cuando los enamorados han de separarse y se comunican mediante cartas, sobre todo de Tristana a Horacio.
Es durante este intercambio de mensajes cuando verdaderamente se conoce y se quiere a Tristana, una mujer ingenua, soñadora, inteligente y con ansias de saber, con dotes artísticas.Tristan es sin duda una mujer que aunque creada a finales del siglo XIX podría ser actual ya que se niega a casarse, quiere tener una profesión, prefiere que sus hijos lleven sus apellidos,para sobrellevar su vida inventa e imagina una vida con Horacio.
Y en contraposición Horacio, quien, para hacerle justicia, comienza a alejarse antes de conocer la enfermedad de Tristana, de hecho para cuando se va al campo él ya sabe (o cree) que no merece una mujer como ella, que prefiere la comodidad y la rutina. Sus cartas ya muestran la rápida adaptación a la vida del campo, las excusas para no moverse, el gusto por la vida regalada.
En la tercera parte se relata lo que sucede tras la enfermedad de la joven, las consecuencias, los intentos de Tristana de recuperar su vida reinventándose una y otra vez con cada golpe, renaciendo de sus cenizas cuando es necesario, y al tiempo, quizá influidos por sus sentimientos hacia la joven, cambian los demás personajes, hasta llegar a un final que no por realista deja de ser frustrante.
Es una obra sorprendentemente moderna a pesar de estar escrita en 1892
"Tristana" se llevó al cine en 1970, dirigida por Luis Buñuel y protagonizada por Catherine Deneuve, Fernando Rey y Franco Nero.
Editorial: Ediciones Rueda, J.M., S.A. Año de edición: 2008 Año leído: 2010 Idioma: Castellano Páginas: 168
En el populoso barrio de Chamberí vivía un hidalgo de buen estampa y nombre peregrino, no aposentado en casa solariega, pues por alli no las hubo nunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero. Se llamaba don Lope de Sosa. De cara enjuta, de lineas fimes y nobles, tan buen acomodo hacia el nombre con la espigada tiesura de su cuerpo, con la nariz de cballete, con su despejada frente y sus ojos vívisimos, con el mostacho entrecano y la perilla corta, tiesa y provocativa, que el sujeto no se podia llamar de otra manera. O había que matarle o decirle don Lope.
Con él vivian dos mujeres, criada la una, señorita en el nombre la otra. Llamábse la primera Saturna, alta y seca, de ojos negros, un poco hombruna, y por su viudez reciente vestia de luto riguroso. La otra, que a ciertas horas tomaria por sirvienta y a otras no, pues se sentaba a la mesa del señor y le tuteaba con familiar llanza, era joven, bonitilla, esbelta, de una blancura alabastrina; las mejillas sin color, los negros ojos vivarachos y luminosos; pequeñuela y roja la boquita, de labios un tanto gruesos. Se llamaba Tristana, que por este nombre respondia la mozuela bonita, con el gran don Lope, jefe y señor de aquel cotarro, al cual no es justo dar el nombre de familia.
Novela de lectura muy entretenida, por la facultad del autos en mostrar las cosas de la vida...
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Año de edición: 2006
Año leído: 2008
Idioma: Castellano
Páginas: 234
Precio: 9 dólares
Calificación: 10
Tristana es "seducida" por un hombre mayor con el que está condenada a vivir. Al poco tiempo conoce a Horacio Díaz, un pintor del que se enamora.
La novela está dividida en tres partes bien diferenciadas: la presentación de los personajes, el desarrollo de sus vidas y el cambio que se produce.
En la presentación de los personajes, que Galdós comienza imitando el principio de El Quijote para mostrar a Don Lope Garrido, un Don Juan (ese es su nombre) en declive sobre el que el autor opina y al que analiza destacando tanto lo bueno ( es capaz de arruinarse para ayudar a un amigo, como le sucede con los padres de su protegida) como lo malo (en cuestiones de seducción apenas respeta a las mujeres casadas con sus amigos), un hombre cuya época ya ha pasado, desfasado, incapaz de aceptar su caducidad como seductor.
De la misma forma presenta a Tristana de Reluz, una muchacha joven e inocente engañada por el maduro galán, víctima en varios sentidos y el personaje más noble y bueno de todos, ansiosa de libertad, y al joven del que ella se enamora (en realidad parece más enamorada del amor), Horacio Díaz, un pintor que parece tan soñador como ella, con un pasado igualmente poco afortunado, pero con un fondo acomodaticio.
Galdós desgrana las personalidades y vicisitudes de estos tres personajes y de la criada, Saturna (aunque esta en menor medida) con una prosa rica, quizá algo pasada de moda, precisamente en lo que reside su encanto, llena de imágenes vívidas y muy descriptivas que hubieran sido agobiantes de ser toda la novela así.
La segunda parte, comienza cuando los enamorados han de separarse y se comunican mediante cartas, sobre todo de Tristana a Horacio.
Es durante este intercambio de mensajes cuando verdaderamente se conoce y se quiere a Tristana, una mujer ingenua, soñadora, inteligente y con ansias de saber, con dotes artísticas.Tristan es sin duda una mujer que aunque creada a finales del siglo XIX podría ser actual ya que se niega a casarse, quiere tener una profesión, prefiere que sus hijos lleven sus apellidos,para sobrellevar su vida inventa e imagina una vida con Horacio.
Y en contraposición Horacio, quien, para hacerle justicia, comienza a alejarse antes de conocer la enfermedad de Tristana, de hecho para cuando se va al campo él ya sabe (o cree) que no merece una mujer como ella, que prefiere la comodidad y la rutina. Sus cartas ya muestran la rápida adaptación a la vida del campo, las excusas para no moverse, el gusto por la vida regalada.
En la tercera parte se relata lo que sucede tras la enfermedad de la joven, las consecuencias, los intentos de Tristana de recuperar su vida reinventándose una y otra vez con cada golpe, renaciendo de sus cenizas cuando es necesario, y al tiempo, quizá influidos por sus sentimientos hacia la joven, cambian los demás personajes, hasta llegar a un final que no por realista deja de ser frustrante.
Es una obra sorprendentemente moderna a pesar de estar escrita en 1892
"Tristana" se llevó al cine en 1970, dirigida por Luis Buñuel y protagonizada por Catherine Deneuve, Fernando Rey y Franco Nero.
Año de edición: 2008
Año leído: 2010
Idioma: Castellano
Páginas: 168
En el populoso barrio de Chamberí vivía un hidalgo de buen estampa y nombre peregrino, no aposentado en casa solariega, pues por alli no las hubo nunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero. Se llamaba don Lope de Sosa. De cara enjuta, de lineas fimes y nobles, tan buen acomodo hacia el nombre con la espigada tiesura de su cuerpo, con la nariz de cballete, con su despejada frente y sus ojos vívisimos, con el mostacho entrecano y la perilla corta, tiesa y provocativa, que el sujeto no se podia llamar de otra manera. O había que matarle o decirle don Lope.
Con él vivian dos mujeres, criada la una, señorita en el nombre la otra. Llamábse la primera Saturna, alta y seca, de ojos negros, un poco hombruna, y por su viudez reciente vestia de luto riguroso. La otra, que a ciertas horas tomaria por sirvienta y a otras no, pues se sentaba a la mesa del señor y le tuteaba con familiar llanza, era joven, bonitilla, esbelta, de una blancura alabastrina; las mejillas sin color, los negros ojos vivarachos y luminosos; pequeñuela y roja la boquita, de labios un tanto gruesos. Se llamaba Tristana, que por este nombre respondia la mozuela bonita, con el gran don Lope, jefe y señor de aquel cotarro, al cual no es justo dar el nombre de familia.
Novela de lectura muy entretenida, por la facultad del autos en mostrar las cosas de la vida...