Las presentaciones de libros suelen ser actos rutinarios. Tal vez dejen alguna que otra polémica, causada por las declaraciones de los participantes. Pero no mucho más. No fue este el caso de la presentación de “Manuel Fraga. Cuadernos de notas de una vida”, una obra del periodista Enrique Beotas. Allí, hubo emoción y hasta lágrimas, con un protagonista que ocupa un importante cargo político en España: el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
El acto, que se realizó en el Club Siglo XXI, contó con la presencia de Ruiz-Gallardón, el propio senador Fraga y el presidente de la Asociación de la Prensa, Fernando González Urbaneja, quien actuó como moderador. Se esperaba además la participación del ex dirigente comunista Santiago Carrillo, quien no pudo asistir ya que se encuentra aquejado por una neumonía. La intención era revivir lo sucedido hace treinta años cuando, pocos días después de la legalización del PCE, Carrillo presentó a Fraga en el mismo club.
“Manuel Fraga. Cuadernos de notas de una vida” recopila, en formato de diccionario, los pensamientos y las vivencias del fundador de Alianza Popular. La obra, publicada por Edaf, fue escrita por Beotas, un licenciado en Periodismo y Publicidad que nació en Ávila en 1955.
A medida que avanzaba el acto, la emoción comenzó a invadir a Ruiz-Gallardón, quien en todo momento se mostró profundamente agradecido a su “padre político”. El alcalde no pudo contener las lagrimas cuando expresó: “En política solamente me gustaría una cosa, y es que el día que yo me retirase, mis hijos me pudieran mirar con la misma gratitud con la que yo miro a Manuel Fraga”.
Ruiz-Gallardón, quien siempre se refirió a Fraga como “Don Manuel”, aseguró que el senador le enseñó que “en esta casa, la antigüedad no es un mérito”. Además destacó que Fraga le inculcó que “en el partido, a nadie se le pregunta de dónde viene sino a dónde quiere ir”. El alcalde no dudo en afirmar respecto al protagonista del libro: “Él me regaló prácticamente todo lo que he sido en política”. Fraga, por su parte, agradeció el cariño mostrado por el dirigente madrileño y por el público asistente.
Comentarios4
Es hermoso que exista la gratitud y el reconocimiento, mas en un temea tan árido y turbio como la política. Nada es más aleccionador para las nuevas generaciones que un testimonio de nobleza y sencillez como este. Cuantas veces olvidamos darle las gracias a la mano que se extendió sin enmendaduras para levantarnos del fango. En vida. La gratitud siempre se debe expresar en vida.
Hay que dar rienda suelta a los sentimientos. Sin la espontaneidad, el ser humano se apaga, se momifica.
Que viva la espontaneidad !!!
me parece que el tributo más grande y lo más leal hacia otra persona es eso, una lágrima.
fernando bedoya londoño.
me encanta que la gente llore y se emocione y diga lo que siente y piensa,cuanta falta nos hace por estos dìas gente autèntica,gente de verdad,no esos maniquies que la sociedad consumista quiere mostrarnos,"gente feliz por que lo tiene todo",me recuerda a una frase que leìa en una iglesia cuando muuy niña que decìa"de que le servirìa al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma".Cuanta sabidurìa,que mas bello gesto eso de agradecer y de llorar en vida a ese ser que nos ayudo"viva ese alcalde",acà en Chile necesitamos muchos alcaldes y escritores con esos corazones templados por el amor
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