Si se sienten atraídos por las novelas y desean conocer los aportes que la española Dulce Chacón le ha hecho al género, tengan en cuenta a «Algún amor que no mate», un libro que la escritora nacida en Badajoz el 3 de junio de 1954 publicó en 1996.
Este material que le valió una mención de honor concedida por la Plataforma de Hombres contra la Violencia Doméstica es, por sus características, capaz de conmover y asombrar a cientos de lectores.
En él encontrarán una historia fuerte inspirada en los malos tratos que tiene como protagonista a Prudencia, una mujer acostumbrada a reprimir sus sentimientos que, tras ser privada de su identidad y obligada a responder a deseos ajenos sin mostrar ni un mínimo de rebeldía, huye hacia un futuro incierto. Lamentablemente, pese a estar enmarcada en la ficción, esta novela presenta muchas situaciones y reacciones femeninas que bien pueden descubrirse en la vida real.
Prudencia, como advertirán aquellos que lean la propuesta, es una figura sin vida propia que termina convertida en víctima de violencia familiar por experimentar un gran apego al pasado y un fuerte temor al fracaso social.
Seis años después de haber lanzado este fascinante relato donde se hace referencia al amor, al sufrimiento, a la dominación masculina, a los celos y a las traiciones, la propia Dulce Chacón se encargó de convertir el contenido de «Algún amor que no mate» en una obra teatral.
Aunque este libro presenta una trama fuerte, no hay que tenerle miedo. Al contrario, es necesario leerlo y utilizarlo como disparador de reflexiones acerca de una realidad cada vez más frecuente y trágica como lo es la violencia familiar.
Comentarios2
La violencia intradoméstica es un mal social que nunca termina por más que las mujeres busquen desesperadamente ser respetadas en su derechos humanos, no se impone la justicia por causa de tradicional actitud machista de los hombres y además las deficiencias del sistema educativo en muchísimos países. Lamentablemente, así es!!!!
buenas noches señora Elsy... El machismo empieza en casa y al parecer es nuestra madre la primera en enseñarnos, ella es la primera en instruirnos valores y respeto a los demás y yo le estoy eternamente agradecido el haberme educado así. Los colegios refuerzan nuestra educación aunque paupérrima pero siempre hay buenos profesores que quieren lo mejor para sus alumnos. Saludos.
Guisseppe Guevara
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