El amante de Lady Chatterley, de D. H. Lawrence

Quienes sienten una fuerte atracción por el género de la novela tienen en «El amante de Lady Chatterley» una interesante obra que, a lo mejor, llega a satisfacer sus expectativas como lectores.

El autor de este material que se publicó por primera vez en la ciudad italiana de Florencia en 1928 es el británico David Herbert Richards Lawrence, más conocido como D.H. Lawrence.

Este relato que no tardó en generar polémicas y escándalos en la sociedad inglesa por su perfil erótico e inmoral tiene como protagonista a Connie, una mujer casada con el aristócrata Sir Clifford Chatterley que, pese a llevar una vida acomodada rodeada de lujos y sin ningún tipo de preocupaciones, experimenta un gran vacío interior. Aunque esta dama de la alta sociedad, al menos para su círculo social, se mantenga al lado de su marido, un hombre que ha quedado paralítico tras participar en la Primera Guerra Mundial, sus deseos internos la acercan a Mellors, el guardabosque de la mansión familiar. Él será, pues, quien despierte en Connie las energías más primarias e instintivas y la lleve a disfrutar la sexualidad.

Como resulta evidente, en «El amante de Lady Chatterley» hay espacio para abordar el choque entre distintas clases sociales, los prejuicios, el placer, las diversas formas de actuar que tienen los hombres y las mujeres, el valor del dinero, la ausencia de valores y, por supuesto, el adulterio.

Desde la aparición de esta novela hasta su difusión en Reino Unido pasaron varias décadas, pero hoy puede decirse que, gracias al paso del tiempo y las transformaciones sociales que hubo durante todos estos años, «El amante de Lady Chatterley» es un libro que puede encontrarse sin censura en diversas librerías del mundo porque, pese a no haber cambiado su contenido, su trama ya no es motivo de escándalo.