En febrero de 2011, las librerías de España y Argentina ampliaron su oferta a través de «El ángel perdido», una novela que por ese entonces despertó curiosidad internacional por la figura de Javier Sierra y llevó a más de un aficionado a la literatura a adquirir un ejemplar de la obra sólo por el deseo de descubrir de qué se trataba esa novedad literaria.
Hasta ahora, las repercusiones han sido positivas y son muchas las personas que quedaron conformes con la historia. Si ustedes todavía no han tenido oportunidad de apreciarla, analicen los datos que figuran a continuación y, si la propuesta los cautiva, guárdense algo de tiempo para deleitarse con este apasionante relato ideado por el también creador de «La cena secreta».
«El ángel perdido» invita desde su trama a iniciar un viaje mental desde Santiago de Compostela hasta el este de Turquía. Quien adquiere vital importancia en esta travesía es Julia Álvarez, una mujer que ve transformada por completo su realidad en la Noche de Todos los Santos.
Según se narra, en esa jornada Julia intentaba restaurar el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela pero la aparición de un extraño en el templo la distrajo. El desconocido se dirigió a ella e intentó comunicarse en un idioma que Álvarez no dominaba, aunque el encuentro duró unos pocos minutos: mientras trataban de entenderse, una serie de balazos los sorprendieron y, ante esa situación, el recién llegado optó por escapar.
El responsable de los disparos dice ser un agente de la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos que ha sido enviado a España con el propósito de esclarecer el secuestro de su marido, el prestigioso climatólogo Martin Faber, quien desapareció en cercanías de la frontera entre Turquía e Irán.
Según el oficial, ella también está en peligro, pero a Julia poco parece importarle el riesgo al que está expuesta y, a partir de entonces, emprende la búsqueda de dos antiguas piedras que podrían conducirla hacia el rescate de su esposo.
Esos codiciados objetos, para envidia de los políticos estadounidenses y la secta milenaria de Armenia que soñaban con localizarlos, llegaron al matrimonio como regalo de boda. Por eso es Julia quien se ve obligada a enfrentar una aventura internacional en la cual no faltan los mensajes ocultos, las cábalas, los mitos, las creencias legendarias ni las traiciones.
Si desean que el final de la historia quede expuesto ante sus ojos, «El ángel perdido» está esperando, en algún comercio o biblioteca personal, que ustedes reparen en él y se dispongan a disfrutarlo.
Comentarios1
Pues
no sé,
según la sinopsis de la novela
no me entran muchas ganas de leerla,
observo mucho material
con demasiadas ramificaciones,
me gusta centrarme más en un solo
tema definido
para aprender "algo"
de lo que leo.
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