Azathoth, de H. P. Lovecraft

Entre quienes hayan leído alguna obra del talentoso Howard Phillips Lovecraft debe haber muy pocos lectores que se animen a cuestionar la capacidad creativa de este estadounidense que revolucionó el género del terror a fuerza de talento y originalidad.

Su legado incluye varios relatos, pero el ciclo de narraciones de horror cósmico denominado Los mitos de Cthulhu es, sin duda, una de sus propuestas más interesantes. En ese marco de terror fantástico, por ejemplo, surgió «Azathoth», un Dios Exterior al que se describe como ciego y lobotomizado.

Este ser que contribuye a hacer más fascinantes los mitos de Lovecraft está señalado como «el primer motor del caos». Según su inventor, «Azathoth» representa la antítesis de la creación y es «el necio sultán de los demonios».

Por ser un Dios Exterior, este personaje que, junto a Shub-Niggurath (también conocida como «La negra cabra de los bosques con sus diez mil vástagos») es una de las deidades de este universo mitológico, posee un poder ilimitado y su existencia es capaz de trascender tiempo y espacio.

La primera aparición de este ente supremo, como sabrá más de un fanático de la saga, se produjo en un relato corto que lleva como título el nombre de este Dios. La historia, que dio inicio a una novela que quedó inconclusa, se escribió en 1922 pero recién se dio a conocer en 1938, cuando el diario «Leaves» la publicó como un fragmento tras la muerte del escritor.

Si tanto el terror como la ciencia ficción los seducen, no duden en apostar por los libros de este novelista que brilló en el ámbito del terror cósmico de perfil materialista y le dio vida a un sinfín de criaturas que, como «Azathoth», lograron inmortalizarse en la ficción y dejar una huella en la memoria de cientos de amantes de la literatura.