La producción literaria del escritor argentino Ricardo Piglia resulta irresistible para quienes gozan con la buena literatura.
Si ya quedaron impactados por la habilidad narrativa de este autor nacido en la Provincia de Buenos Aires en noviembre de 1941 al leer propuestas como «Respiración artificial» o «Plata quemada», no deberían perder la oportunidad de leer «Blanco nocturno», su novela más reciente.
Este material publicado en 2010 está ambientado en la llanura argentina y aglutina a varios personajes memorables que ideó el responsable de la obra para elaborar una trama algo compleja donde hay espacio para traiciones, trampas y pasiones.
Cuando uno se dispone a examinar cada página del libro y avanza en la lectura se puede conocer a Tony Durán, un hombre nacido en Puerto Rico que fue educado en Nueva Jersey como un norteamericano. Este caballero, revela la obra, fue asesinado en un pueblo de la provincia de Buenos Aires a inicios de los años 70.
A Argentina había llegado por seguirle el rastro a Ada y Sofía Belladona, unas bellas gemelas a quienes conoció en Atlantic City. Al principio, el trío sentimental marchaba a la perfección, pero Sofía se aburrió del juego y prefirió alejarse. De todos modos, Tony siguió unido a Ada y fue así que arribó al país del cual no saldría vivo.
A medida que el argumento se intensifica, es posible también acercarse a la figura de Luca Belladona, un constructor de una fábrica fantasmal que se localiza en el medio del campo que persigue con terquedad un proyecto demencial.
«Blanco nocturno» tal vez no cautive a todo aquel que apueste por ella, pero ya ha logrado cumplir las expectativas tanto de su creador como de muchos críticos y lectores. Como prueba de ello, basta mencionar que el relato recibió el Premio de la Crítica en España y el Premio Rómulo Gallegos.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.