En 1998, el escritor chileno Antonio Skármeta amplió su producción literaria con «La composición», un relato con un alto nivel de contenido político que, hoy en día, no sólo está disponible en idioma español, sino también en inglés e italiano.
Es interesante conocer en profundidad esta propuesta que hoy en Poemas del Alma hemos querido recordar con el fin de que ustedes puedan interiorizarse sobre una obra con varios años de circulación que, por sus características, puede compararse con ciertas épocas pasadas.
En «La composición», el personaje principal es Pedro, un niño acostumbrado a que sus padres escuchen radio por las noches. Este hábito podría haber pasado desapercibido si no fuera por la interpretación que podrían hacer de él los militares.
El pequeño todavía no tiene la madurez suficiente como para comprender ciertas circunstancias vinculadas al poder y a la sociedad, pero siente temor cuando se entera que, por estar en contra de la dictadura, al padre de un compañero suyo lo han apresado.
Tras indagar en su entorno familiar, Pedro descubre que sus progenitores también se oponen al régimen militar pero no sabe cómo actuar para evitar que sufran graves consecuencias por su modo de pensar. De todas formas, aún tal vez sin proponérselo, el niño sí encontró la manera de protegerlos.
La oportunidad de mantenerlos a salvo surgió cuando un militar se acercó hasta su colegio y les pidió que hicieran una redacción titulada «¿Qué hacen mis padres por la noche?». Al resolver la tarea, Pedro creyó más oportuno ocultar la costumbre de escuchar la radio y decidió entonces asegurar que, en su hogar, se jugaba al ajedrez hasta la hora de dormir.
Enterados del deber solicitado por un integrante del ejército, los padres de Pedro comienzan a inquietarse, pero al leer el texto creado por su hijo no pueden más que sonreir… e ir en busca de un ajedrez.
Comentarios1
Buen artículo que nos muestra el ingenio de un niño para proteger a sus padres de las perseciosnes polítocas que, como siempre están presentes en los países sub desarrollados, y eso que Chile no un país subdesarrollado pero..hé ahí una muestra de injusticia, qué coooosa!!!
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