El resumen que leerán a continuación corresponde a la trama de «El guardavía», una antigua propuesta que, por sus características, resulta ideal leer en horario nocturno, en especial si la noche está lluviosa y genera un ambiente tenebroso. Por si todavía no queda claro a qué tipo de género corresponde este material que se publicó por primera vez en un número de la revista «All the year round» del año 1866, destacaremos a este relato como un gran cuento de terror del escritor Charles Dickens.
El personaje más importante de esta perturbadora historia es un espectro que suele aparecer en las vías del ferrocarril. La imagen, que acostumbra manifestarse junto a la boca de un sombrío túnel, se presenta para dar a conocer lamentables noticias.
Según explica el narrador tras su conversación con el guardavía, la preocupación de ese trabajador por no saber cómo actuar ante esa siniestra silueta «era penoso de ver». De acuerdo a sus precisiones, «era la tortura mental de un hombre responsable, atormentado hasta el límite por una responsabilidad incomprensible en la que podrían estar en juego vidas humanas».
A quien tenía como misión anunciar la cercanía de un tren parecía paralizarlo una fuerza sobrenatural que amenazaba con volverlo paranoico o conducirlo hacia un absurdo acto de irresponsabilidad, por eso alguien tenía que acompañarlo y hacerle entender que los fatídicos accidentes que pudiesen existir allí no lo convertían a él en culpable. Sin embargo, el destino quiso que el narrador y este guardavía ya no volvieran a tener contacto. En el medio de ellos, como anunciaba el espectro, hubo una muerte, pero aquí no anunciaremos quién perdió la vida. Si desean averiguarlo, busquen esta historia, elijan un sitio cómodo y sólo dedíquense a disfrutar de este atrapante relato que, al menos por unos días, les quitará las ganas de cruzar las vías del ferrocarril.
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