La muchas veces mencionada revista «Magasin d»Education et de Récréation» debería haber quedado en la historia como un medio digno de reconocimiento mundial por haber sido vehículo de difusión de casi la totalidad de la obra del genial Julio Verne.
A través de ella, por ejemplo, se pudieron conocer por entregas relatos como los de «Los hijos del capitán Grant», «Miguel Strogoff», «La isla misteriosa», «Un capitán de quince años», «Dueño del mundo», «La esfinge de los hielos», «La casa de vapor» y «Escuela de Robinsones», entre otros.
En el caso concreto del último título mencionado, las tareas de transmisión de la historia comenzaron en enero de 1882 y finalizaron en diciembre de ese mismo año. Con el tiempo, esa novela que integró junto a «El rayo verde» una edición doble se transformaría en un interesante libro capaz de cautivar a jóvenes y adultos de distintas partes del mundo.
«Escuela de Robinsones» constituye una especie de parodia hacia el mito de Robinson Crusoe (leyenda que cobró fuerza y fama gracias a la pluma del escritor inglés Daniel Defoe) y recrea las vivencias del náufrago de un modo sorprendente.
Para llevar a cabo su propósito, Verne ideó a dos personajes que, valiéndose sólo de sus dos manos, deberán sobrevivir en una isla donde los recursos escasean. Allí, la supervivencia de ambos está amenazada por un peligroso entorno que, aunque sea un escenario falso y fingido, incluye desde tribus caníbales hasta temibles bestias que llegarán a transformarse en una pesadilla para estos náufragos que terminarán estableciendo un amistoso vínculo con un indígena.
Si Julio Verne no los ha defraudado con otras creaciones de su autoría, no duden en conseguir un ejemplar de «Escuela de Robinsones», una extraordinaria novela que reúne los requisitos necesarios para entretener, mantener expectante y sorprender a los aficionados a la literatura de aventura.
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