Final del juego de Julio Cortázar

En 1956, el siempre recordado escritor argentino Julio Cortázar sorprendió a lectores, colegas y críticos con «Final del juego», un libro de cuentos que no sólo propone un atractivo plan de lectura, sino que también busca desafiar a quien lo lee por medio de un original juego.

Más de quince relatos forman parte de esta obra organizada en tres niveles de dificultad. Según las reglas creadas por Cortázar, la complejidad de cada una de las historias se mide por el esfuerzo que debe hacer el lector para comprender los contenidos.

Para ser precisos, «Final del juego» consta de dieciocho textos, entre los cuales, como resulta evidente al tratarse de numerosos cuentos, unos tienen la capacidad de atraer más que otros.

Quien le da el nombre al libro es la última narración, un relato encantador que deja al descubierto las vivencias de tres hermanas que acostumbran divertirse en cercanías de las vías del ferrocarril por medio de un juego conocido como «Estatuas y actitudes». Si bien esta historia ha sido elegida por el autor nacido Bélgica el 26 de agosto de 1914 como símbolo de este material, «Final del juego» no se limita a dar a conocer esa fábula, sino que ofrece otros textos (como «Continuidad de los parques», un cuento elaborado a partir de los recursos permitidos por el realismo mágico) capaces de divertir, conmover e impactar a los amantes de la literatura que sientan interés por la labor literaria de Cortázar.

Sin duda, esta creación literaria es una opción más a la hora de armar un plan de lectura seductor en base a títulos que formen parte del legado que nos ha dejado este talentoso escritor cuya figura todavía se mantiene vigente gracias a trabajos como «Bestiario», «Historias de cronopios y de famas», «Rayuela» y «Las armas secretas», entre otros.