Con «La hija del caníbal», la talentosa escritora española Rosa Montero no sólo pudo sumar nuevos lectores e inspirar la creación de una película (un material de origen hispano-mexicano que fue escrito y dirigido por Antonio Serrano) sino que también logró obtener distinciones como el Premio Primavera y el Premio a la Mejor Novela que le concedió el Círculo de Críticos de Chile.
Esta obra lanzada en 1997 (algunos años después de la publicación de «Bella y oscura») tiene como protagonista a Lucía, una mujer que lleva más de diez años en pareja con Ramón.
Cuando su compañero, a quien la une más la costumbre que el amor, desaparece de forma inesperada en un aeropuerto y le resulta imposible encontrar una explicación a semejante episodio, el personaje femenino del relato, tras denunciar el caso ante la fuerza policial, decide iniciar por su cuenta una búsqueda que la llevará no sólo a conocerse mejor sino también a vincularse con dos insólitos individuos: el atractivo y joven Adrián y Fortuna, un viejo anarquista que supo ser torero y pistolero.
A poco de haberse lanzado, este material fue definido en «La Esfera de los Libros» como «la más novelesca de las novelas de Montero», mientras que en el suplemento «Babelia» fue presentado por Miguel García Posada como una propuesta que oscila «entre el thriller policíado y la novela de iniciación en materia de madurez».
En líneas generales, puede decirse que «La hija del caníbal» cautivó a la mayoría de las personas que la leyó, pero si quieren sacar sus propias conclusiones al respecto, deberán pasar por alto las críticas y concentrarse en la lectura de esta obra desarrollada hace tiempo por la también creadora de títulos como «Crónica del desamor», «La función Delta», «Te trataré como a una reina», «Amado amo» y «Temblor».
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