La realidad que se vive en diversos rincones del mundo se puede apreciar y analizar desde las noticias periodísticas que se reproducen a diario en incontables medios de comunicación o bien desde algún libro de ficción inspirado en situaciones concretas ocurridas en cierto momento y contexto histórico.
Aquellos que deseen volcarse por la segunda opción y acudir a la literatura en busca de materiales que reflejen episodios auténticos, tal vez puedan hallar interesante la producción literaria de Fernando Soto Aparicio, un prolífico escritor colombiano que nació en el departamento de Boyacá en 1933.
Este hombre que a lo largo de su trayectoria ha acumulado reconocimientos como el Premio Casa de las Américas y el Premio Ciudad de Murcia es responsable de títulos como «La rebelión de las ratas», «El corazón de la tierra», «Los bienaventurados», «Mientras llueve», «Proceso a un ángel», «Viaje al pasado», «Después empezará la madrugada», «Los funerales de América» y «Los hijos del viento», entre muchos otros.
Al confiar en ellos, es usual que el lector termine atrapado en una atmósfera que cautiva y entretiene pero que, a la vez, se convierte en disparador de reflexiones sobre temáticas universales que influyen sobre toda la humanidad.
En «Los hijos del viento», por ejemplo, el foco está puesto sobre los derechos vulnerados de la población indígena, un sector que se ha visto perjudicado desde tiempos remotos.
La lectura de esta obra es interesante, pero para que su valor sea apreciado lo más aconsejable es tener una mirada crítica y profunda sobre el contenido de este libro que mereció, por ejemplo, la atención del novelista colombiano Gustavo Páez Escobar.
En un artículo publicado hace ya algunos años, este escritor se permitió ahondar en el argumento de «Los hijos del viento», una propuesta que desde su punto de vista es algo más que una novela porque retrata y describe «la lacerante realidad» que se produce desde «tiempos inmemoriales» en la densidad de las selvas.
Si el perfil de este trabajo de Fernando Soto Aparicio los seduce, no olviden que la opción se titula «Los hijos del viento» y ya ha generado múltiples repercusiones en una gran cantidad de aficionados al mundo de las letras.
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