En 1999, cinco años después de haber publicado «La cruz de San Andrés» (obra que le valió el Premio Planeta), el escritor español Camilo José Cela amplió su producción novelística a través de «Madera de Boj», un libro sorprendente cuya trama está inspirada en Galicia.
El boj, un verdoso arbusto de origen europeo que crece en forma silvestre en la costa del Mar Mediterráneo y el Mar Caspio, suele utilizarse en jardinería y su madera, por ser resistente y pesada, resulta ideal para tareas de ebanistería.
Aunque el título parece presentar una historia centrada en un elemento que proviene de los árboles, esta propuesta no constituye una especie de guía sobre el origen y utilización de un tipo de madera, sino que impacta al lector con un relato innovador donde se hace referencia al sitio que los romanos asociaban con el fin del mundo y se narran los naufragios de la llamada Costa de la Muerte.
Si esas descripciones fueron posibles, fue porque, según considera el autor, «al tiempo se le puede dar marcha atrás si se le mece con inteligencia y con cariño».
A juzgar por el destacado filólogo español Víctor García de la Concha, en esta novela, «la narratividad lírica de Camilo José Cela alcanza su cima más alta». Sin la autoridad profesional para evaluar contenidos literarios pero con todo el poder de crítica que se tiene al ser lector, varios admiradores han coincidido a la hora de realzar este trabajo que hasta mereció por parte de algunos el calificativo de «obra maestra». Lo que reconocen, también, es que, por sus características, «Madera de Boj» es un relato que sólo podrá ser comprendido y apreciado de forma absoluta por aquellos que se consideren incondicionales del autor nacido en La Coruña el 11 de mayo de 1916.
Por ese motivo, para evitar posibles decepciones o lectores inconformes, desde Poemas del Alma sólo vamos a recomendar la lectura de esta obra a quienes tengan a Camilo José Cela entre sus novelistas preferidos.
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