Matar es fácil, de Agatha Christie

En 1939, además de haber publicado «Diez negritos», «Navidades trágicas» y «Problema en Pollensa», la escritora británica Agatha Christie amplió su producción literaria con el lanzamiento de la novela «Matar es fácil».

Esta obra cuyo título asegura que quitarle la vida a una persona es una cuestión sencilla tiene como personaje principal a Luke Fitzwilliam, un ex policía que coincide en el tren con una mujer que comienza a contarle historias sobre algunos asesinatos perfectos que tuvieron lugar en el misterioso pueblo de Wychwood. Según asegura la anciana Fullerton, el próximo en morir será el doctor Humbleby.

Enorme es la sorpresa de Fitzwilliam cuando, horas más tarde de aquella charla, se entera por los medios que no sólo ha fallecido el señor Humbleby sino que quien le adelantó esa información había sido atropellada por un coche.

Impactado e intrigado por estas circunstancias, Fitzwilliam decide trasladarse hasta el extraño pueblo y allí confirma sus sospechas. Su investigación lo lleva a determinar que, en Wychwood, existen personas que comparten un terrible secreto y otras que no tendrán la posibilidad de vivir lo suficiente como para compartirlo.

Al igual que muchos otros relatos creados por la reina del crimen (entre los que se pueden mencionar, por ejemplo, a «Cita con la muerte», «Muerte en el Nilo» y «Cartas sobre la mesa»), «Matar es fácil» es un libro que cautiva al lector por la intriga que genera en él. Nadie que comience a conocer esta historia querrá abandonar en la mitad la lectura de esta novela en la cual se hace necesario descubrir quién es el asesino y qué es lo que ocultan los habitantes de Wychwood.

Si la propuesta les gustó, no olviden que Agatha Christie nos dejó muchos otros títulos para inquietarnos y deleitarnos que son tan o más brillantes que «Matar es fácil».