Mi dulce Audrina, de V.C. Andrews

La lectura es una opción más que recomendable para combatir el aburrimiento, conocer otros mundos y enriquecer el espíritu. Esta saludable actividad para la cual no hay límites de edad ni se necesitan reunir demasiados requisitos (alcanza con saber leer y tener ganas de desarrollar el hábito), como sabrán, puede llevarnos a valorar el patrimonio literario de distintos países y a descubrir las capacidades narrativas de una gran cantidad de autores.

Mi dulce AudrinaLa oferta editorial a nivel mundial es amplia y abarca, además de varios géneros y alternativas que se adaptan a todo tipo de preferencias, traducciones que permiten disfrutar de numerosas obras en cualquier rincón del mundo. «Mi dulce Audrina», por ejemplo, es la versión en español de «My sweet Audrina», una novela que comenzó a publicarse en 1982 y tiene como autora a la estadounidense Cleo Virgina Andrews, la misma escritora que, en otras ocasiones, sorprendió a millones de lectores a través de títulos como «Flores en el ático», «Pétalos al viento», «Si hubiera espinas», «Semillas del ayer» y «Jardín sombrío».

Cualquiera sea el idioma elegido para apreciar el argumento, este libro siempre encierra entre sus páginas un relato intrigante que gira en torno a las experiencias de una pequeña niña de costumbres solitarias que ha sido bautizada con el nombre de su fallecida hermana y vive rodeada de situaciones algo extrañas que la llenan de dudas y la obligan a vivir inmersa en un ambiente donde lo que abundan son los interrogantes y lo que escasea, las respuestas.

Si lo poco que conocen de la trama los impulsa a querer tener este atractivo libro entre sus manos, no pierdan el entusiasmo y consigan cuanto antes un ejemplar de esta obra desarrollada por V.C. Andrews que, pese a tener varios años de existencia, no deja de cautivar a quienes descubren su contenido por primera vez.

Comentarios1

  • Zeone

    Ya e leido varios libros de esta escritora y devo admitir que em fascina como escribe . Estoy deseando leerme el libro de mi dulce adrina pero no lo encuentro por ningun lado y empiezo a "desesperarme".



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