Las novelas protagonizadas por Petra Delicado, la inspectora que nació por voluntad de la escritora española Alicia Giménez Bartlett, son excelentes opciones de lectura para quienes disfrutan las historias intrigantes donde hay varios misterios por develar.
Si al personaje lo han aprendido a admirar a través de relatos como «Ritos de muerte», «Día de perros» y «Mensajeros de la oscuridad», tal vez la trama que ofrece «Muertos de papel» les sirva para renovar su interés por el desempeño profesional de esta famosa investigadora.
El caso que se plantea en este libro que desde el año 2000 está a disposición de los lectores de habla hispana apunta a develar quién y por qué ha decidido acabar con la vida de un periodista especializado en asuntos del corazón que solía revelar escándalos y noticias impactantes.
Para esclarecer el crimen y dar por cerrado el asunto, Petra Delicado comienza a investigar el tema con ayuda del subinspector Fermín Garzón. Tras analizar ciertas cuestiones vinculadas a la víctima, ambos elaboran una lista de sospechosos donde están incluidas todas las figuras y personalidades que, en algún momento, se vieron implicadas y/o perjudicadas por las informaciones publicadas por el comunicador. A partir de entonces, los expertos profundizarán las pesquisas, desarrollarán múltiples hipótesis y descartarán indicios para dar con el paradero del criminal.
En esta novela, además de hallarse una fuente de entretenimiento, es posible descubrir referencias hacia temáticas de alcance universal que, en muchas ocasiones, dan lugar a debates y polémicas, tal como ocurre con el respeto y la violación de la intimidad, el valor de las apariencias, el chantaje y la degradación moral que experimentan ciertos sectores de la sociedad.
Es probable que «Muertos de papel» no deje una huella demasiada profunda en ustedes pero, al menos, es una historia que reúne las condiciones necesarias para mantenerlos entretenidos durante un buen rato.
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