Peligro inminente, de Agatha Christie

Es una verdadera lástima que la muerte haya venido a buscar a Agatha Christie. Aunque tuvo oportunidad de vivir bastante, sus admiradores hubiesen querido tenerla muchos años más en este mundo para que ella les siguiera regalando obras dignas de ser apreciadas. De todas formas, hay que reconocer que son muchos los relatos que dejó y, a diferencia de algunos colegas suyos, su espíritu todavía se mantiene vivo en todos esos libros que surgieron gracias a su talento y creatividad.

Gracias a propuestas como «Asesinato en el Orient Express», «El misterioso caso de Styles», «El asesinato de Roger Ackroyd», «El misterio del tren azul» y «Matrimonio de sabuesos», la reina del crimen ha conquistado a generaciones enteras de lectores, pero aún es posible descubrir más materiales que, pese a su antigüedad, no han perdido su capacidad de hechizar a personas de todas las edades.

Uno de esos textos de su autoría que vale la pena conocer es «Peligro inminente», un relato protagonizado por Hércules Poirot que Christie elaboró en 1932. Según se advierte al leer el libro, en esta oportunidad el investigador se enfrenta al misterio de un asesinato que todavía no ha sido cometido.

Todo comienza durante unas vacaciones en las cuales el detective belga, acompañado por Hastings, conoce a la señorita Buckley, una atractiva pero extraña muchacha que ha vivido varias experiencias impactantes.

Esta joven, por ejemplo, se salvó de morir en una peligrosa curva cuando fallaron los frenos de su coche, esquivó a la muerte cuando una piedra de grandes dimensiones amenazaba con aplastarla y hasta sobrevivió a la caída de una pintura al óleo que se desprendió de la pared de su habitación.

Aunque todos esos episodios parecían ser testimonio de un destino que ponía a prueba la suerte de la señorita Buckley, el hallazgo de un impacto de bala en el sombrero de la mujer lleva a Poirot a investigar el porqué de tantos accidentes.