Fue presentado hace poco tiempo, al público lector, el libro Periodista inoportuno, escrito por el poeta, ensayista y escritor, Luis María Martínez. El libro lleva el sello editorial de Arandurá y recoge textos escritos entre los años 2002 y 2004.
Con un estilo definitivamente periodístico, pero con un enfoque analítico que busca orientarse dentro de las cosas sucedidas en nuestro país y en el resto del mundo, Luis María Martínez nos pone al corriente de hechos varios, sucesos políticos que marcaron épocas, y un sinfin de piezas periodísticas enlazadas con la ciencia, la cultura, la religión, las reivindicaciones sociales, las pérdidas y ganancias de la humanidad, los personajes históricos de ayer y de hoy, y las guerras internacionales provocadas por los Estados Unidos. Es inobjetable la formación cultural del autor del libro, así como la sinceridad con que se despacha sobre cualquier tema sujeto a su lupa.
Y es muy respetable, muy digna de observar, la capacidad que tiene “el periodista”, en este libro, de dar con los textos adecuados para que el lector conozca, a través de su objetividad, el país en que vivimos, y el mundo en el que estamos instalados. No escribe sobre rarezas, antojos y divagues inoportunos, sino sobre situaciones concretas, hechos inocultables, imposibles de pasar por alto. Vamos a una opinión, a una expresión suya sobre la misma prensa: La prensa, en tanto, cumple un gran papel en las denuncias de corrupciones, en las arbitrariedades estatales, que podrían equipararse a las historias de Las mil y una noches. No son muchos los artículos de valor y de gravitantes contenidos. Hay articulistas claros y los hay enredados como laberintos. En muchos se nota la improvisación, en otros la levadura y el cocimiento. Como en todos los campos.
Escrito por Delfina Acosta en el Suplemento Cultural del diario ABC (Paraguay)
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