En 2001, la talentosa escritora y periodista mexicana Elena Poniatowska se hizo acreedora del Premio Alfaguara de Novela gracias a «La piel del cielo», un material lanzado poco después del surgimiento de «Las siete cabritas».
En él, la también creadora de «Hasta no verte, Jesús mío», «Fuerte es el silencio» y «Nada, nadie. Las voces del temblor» narra las vivencias de un astrónomo que está convencido de que, en el cielo, suceden los mismos procesos que se registran en la Tierra. Para él, las estrellas nacen, viven y mueren, estallan, brillan y conviven entre cuerpos celestes.
El protagonista de este relato es Lorenzo de Tena, un hombre algo rebelde e inconformista que está obsesionado en la muerte de las estrellas e interesado en descubrir, a través de la ciencia, datos que lo ayuden a entender al mundo y a la vida. En ese proceso, este personaje nacido en México resulta sorprendido por el desafío del amor y por las desigualdades e injusticias sociales, las tentaciones políticas y las complicaciones burocráticas que se verá obligado a enfrentar si quiere ver realizada su verdadera vocación.
A Lorenzo, según se encarga de revelar la obra, «la vida de las estrellas le resultaba más auténtica que la de los hombres, a quienes escuchaba con extrañeza y sin curiosidad». A los seres de su especie no podía examinarlos en el microscopio y, por lo tanto, le resultaba imposible «predecir su conducta burda».
«La piel del cielo» es una propuesta fascinante que, sin ser un telescopio, consigue acercar al lector hacia las estrellas. Si desean disfrutar esa experiencia de mirar más allá de ellas y deleitarse con la maestría narrativa de la admirada Elena Poniatowska, no duden en buscar un ejemplar de este libro donde la astronomía parece ser sólo un pretexto para indagar sobre la esencia del ser humano.
Comentarios1
Leí la novela y es realmente encantadora. Que buen trabajo erudición. Se nota que el alma de la escritora está en sus páginas.
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