La reina Isabel cantaba rancheras, de Hernán Rivera Letelier

En 1994, tras haber enriquecido al mundo de las letras con «Poemas y pomadas» y «Cuentos breves y cuesco de brevas», el escritor chileno Hernán Rivera Letelier (quien nació en la ciudad de Talca en 1950) amplió su producción literaria a través de «La reina Isabel cantaba rancheras», una novela que, para su satisfacción, marcaría un antes y un después en su carrera como autor.

Este material que lo convirtió en una figura de renombre internacional fue premiado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura, un logro que, sin dudas, provocó que numerosos aficionados a la literatura se mostraran interesados por su contenido.

Con el tiempo, pues, «La reina Isabel cantaba rancheras» se transformó en una opción de lectura interesante sobre todo para los ciudadanos chilenos ya que la trama del libro gira en torno a una mujer famosa en el desierto de Atacama.

Tal como lo anuncia el título de la obra, el personaje principal de este relato es la Reina Isabel, una legendaria prostituta de Chile. Inspirado en las vivencias de esta dama adorada y deseada por un gran número de hombres, Hernán Rivera Letelier elaboró un texto apasionante en el cual, a pesar de haber pasajes dramáticos, también hay lugar para el humor negro.

A juzgar por la realidad, este experimento literario tuvo, en líneas generales, resultados favorables para este talentoso intelectual. De todas formas, todo lector debería tener en cuenta que las buenas repercusiones alcanzadas no garantizan un deleite masivo de la historia. Por ese motivo, si alguien les ha recomendado este título pero ustedes no saben de qué trata, antes de adquirirlo y leerlo repasen los datos volcados en este artículo y evalúen si el argumento se adapta a sus preferencias personales para no lamentar después una mala experiencia vinculada a la lectura.