Resumen de Conversación en La Catedral

El peruano Mario Vargas Llosa es un escritor que conoce a la perfección lo que es la fama y el éxito a nivel internacional.

Sus obras no sólo han sido traducidas a numerosos idiomas, sino que le permitieron al autor acumular una gran cantidad de galardones y disfrutar de la versión cinematográfica de varias de sus creaciones literarias.

Después de haber hecho referencia a libros como «La fiesta del chivo» y «Travesuras de la niña mala», Poemas del Alma ha decidido recordar el contenido de «Conversación en La Catedral», uno de sus trabajos más destacados.

En este relato Vargas Llosa incluye cuatro historias independientes entre sí en cuanto a estilo, pero unidas por un trasfondo político marcado por la corrupción y el sistema dictatorial. En este marco, Santiago y Ambrosio mantienen una conversación en un bar llamado La Catedral.

El primero de los personajes mencionados es descendiente de un empresario colaboracionista con la dictadura del general Odria y está convencido de estudiar en la Universidad de San Marcos, pese a la oposición de su padre. Lejos de compartir esa realidad, Ambrosio, un zambo originario de Chincha, se esfuerza por ganarse la vida y busca conseguir una mejor posición con la ayuda de un viejo amigo que, ahora, ocupa un puesto de privilegio junto al primer ministro.

¿Qué motivos tienen los lectores para confiar en esta obra? Pues, en primer lugar, hay que decir que, si se sienten cautivados por la trama, ya tienen en ese punto una de las razones básicas: la de experimentar interés, ya sea por su argumento, la identidad de quién la ha escrito o por la temática abordada en ella. Además, este libro ofrece diálogos inteligentes y reflexiones acerca de la corrupción y las consecuencias de no tener una cultura democrática fuerte.

Claro que, a la hora de analizar por qué esta novela debería ser tenida en cuenta, también influye la trascendencia alcanzada por esta historia que fue escrita en diversas ciudades del mundo y la valoración que ha hecho de este material su propio creador quien, en una oportunidad, aseguró que, de tener que salvar del fuego una de sus tantas publicaciones, no dudaría en rescatar a «Conversación en La Catedral».