Resumen de Caperucita en Manhattan

Después de leer esta reseña o de haber leído el contenido de «Caperucita en Manhattan», algunos lectores creerán que la escritora española Carmen Martín Gaite es una revolucionaria que deformó el sentido de una historia conocida por multitudes, mientras que otros se divertirán con sus ocurrencias y hasta habrá quienes aplaudan su decisión de modernizar un antiguo cuento que ya es un clásico universal de la literatura infantil.

Según parece, esta talentosa narradora se había aburrido de la versión popular del relato que tiene como protagonista a Caperucita, la niña desobediente que estuvo a punto de ser atrapada por el lobo feroz, razón por la cual, valiéndose de sus aptitudes, optó por cambiar un poco la historia para ofrecer un cuento más sorprendente.

Así fue cómo le dio vida, en el mundo de la ficción, a Sara Allen, una niña de diez años que vive junto a su familia en Brooklyn y sueña con tener libertad para, de esta forma, poder ir sola a Manhattan y agasajar a su abuela con una tarta llena de frutillas. A diferencia de la anciana que termina en la panza del lobo, esta señora no posee el típico perfil de viejecilla adorable y convencional, sino que es una mujer algo más rebelde y desestructurada, ya que ha contraído matrimonio en varias oportunidades y se ganó la vida como cantante de music-hall.

Aunque esta caracterización conseguirá asombrar y divertir a más de un lector, es importante aclarar que éste no es el único detalle que distancia a «Caperucita en Manhattan» del cuento que sirvió como disparador. En la narración ofrecida por Gaite, tampoco hay un lobo ni un bosque: hay un hombre ambicioso con intenciones no tan buenas, una niña inocente con ilusiones más mundanas y una jungla de cemento que se ubica en Nueva York.