En la ciudad, como en la selva, hay leyes que deben ser respetadas. Sin embargo, el hombre se las ingenia para hacer de esos códigos, reglas de supervivencia que pueden ser modificadas en cualquier momento de acuerdo a la conveniencia del ser humano.
Producto de ello, el mundo sufre, en la actualidad, las consecuencias de los caprichos de la humanidad: animales en peligro de extinción, miles de hectáreas contaminadas, recursos naturales sobreexplotados y muchas tragedias evitables que influyen, de forma directa, en la vida de la población.
En una ciudad, es frecuente que el egoísmo, la ambición, la astucia y la prepotencia del hombre deriven en un sinfín de accidentes y situaciones problemáticas que, si hubiese conciencia social y respeto por el otro, no sucederían.
«La ley de la calle» es un libro que retrata a la perfección este tipo de realidades. Si bien su contenido se enmarca en el plano de la ficción, la trama hace mención a situaciones que, lamentablemente, en la vida real parecen haberse convertido en cuestiones socialmente aceptadas, tales como la violencia juvenil, las drogas y el descontrol.
En esta obra escrita por Susan E. Hinton y narrada en primera persona, el protagonista es Rusty James, quien ha conseguido, aunque a un precio muy alto, superar las adversidades y construir una vida sólida que le permite ilusionarse con el futuro.
Es sabido que, en los suburbios de una gran ciudad, es todo un desafío sobrevivir. El entorno obliga a enfrentar condiciones duras y, en ese contexto, no muchos pueden salir adelante. La marginación social, la falta de contención familiar, las malas compañías y las privaciones económicas llevan, muchas veces, a formar personalidades muy duras porque, en ese ámbito, los débiles difícilmente consiguen sobrevivir.
En ese mundo en el que todas las formas de violencia están presentes, el drama se hace más intenso por el abuso de alcohol y el consumo de todo tipo de sustancias prohibidas.
La trama de «La ley de la calle» no resulta ajena a todo eso. Al contrario, el relato se construye en torno a esa realidad, aunque en esta historia, hay que admitirlo, existe un mensaje cargado de optimismo y esperanza que intenta demostrar que, por más violenta y difícil que se presente la vida, siempre hay posibilidades de que triunfe el amor, la superación personal y las buenas intenciones.
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