En 1872 apareció por primera vez un poema narrativo de José Hernández titulado «El gaucho Martín Fierro» cuyo contenido no sólo llegó a convertirse en un destacado referente de la literatura gauchesca sino que, con el tiempo, adquirió carácter de clásico, fue traducido a cerca de setenta idiomas y se consolidó como uno de los textos más populares, admirados y sobresalientes de la literatura argentina.
Siete años más tarde, el autor retomaría la figura de este gaucho desertor y lanzaría, bajo el nombre de «La vuelta de Martín Fierro», la segunda parte de esta elogiada obra que describe a la perfección el espíritu heroico, sacrificado e independiente del gaucho, deja en evidencia las injusticias de la época, critica la visión europea y moderna del presidente Domingo Faustino Sarmiento, enaltece el coraje y destaca el valor de la amistad.
A través de este relato, el lector se convierte en testigo de las vivencias de su protagonista, un hombre de campo que, a causa de las transformaciones sociales de su tierra, se ve obligado a resignar su libertad e individualidad. En este contexto, el gaucho se incorpora al ejército de forma forzada para defender de los indígenas a la frontera argentina, tiempo después huye y entabla una relación de amistad con Cruz. El texto, además, actúa como un medio de denuncia social al dejar en evidencia las diferencias entre los pobladores rurales y los habitantes de las ciudades, y aborda temáticas vinculadas a cuestiones de implicancia política.
Este poema que se convirtió en un símbolo de la historia y la tradición argentina y mereció el reconocimiento de autores como Leopoldo Lugones (quien llegó a definir al «Martín Fierro» como «el libro nacional de los argentinos») y Ricardo Rojas (escritor para el cual este gaucho representaba el clásico argentino por excelencia) ha inspirado la creación de numerosas adaptaciones cinematográficas.
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