Al publicar la biografía de la poetisa, novelista, dramaturga y traductora belga Marguerite Yourcenar, Poemas del Alma reveló que «Memorias de Adriano» fue la obra que le permitió a la autora consagrarse en el ámbito literario y alcanzar el reconocimiento de la crítica.
En ella, la escritora cuenta, valiéndose de un formato epistolar, tanto la vida como la muerte del emperador romano Adriano, una de las figuras más trascendentes del mundo antiguo. Su ejercicio del poder, sus conquistas, los obstáculos que enfrentó, sus miedos más ocultos… A través de este extenso material que le llevó a su creadora más de diez años de trabajo, Adriano parece compartir con los lectores todas sus experiencias, reflexiones y recuerdos, aunque en el plano real uno sepa que este maravilloso clásico del mundo de las letras se limita a difundir una autobiografía imaginaria que pudo ser construida y respaldada por hechos históricos.
El Adriano de esta novela no se destaca por su condición de emperador, sino que hace a un lado su poder para dejar al descubierto su perfil más íntimo, ese que permite conocer al hombre en todo su esplendor, con sus virtudes, defectos y temores, y no al ser superior que se muestra rígido y sólo se preocupa por dar órdenes.
Con el tiempo, este libro que fue publicado por primera vez en 1951 y tuvo como escenario del lanzamiento al territorio francés, llegaría a generar ventas superiores al millón de ejemplares y su contenido sería traducido a una gran cantidad de idiomas (siendo Julio Cortázar uno de los traductores más destacados), además de haber inspirado la creación de una película.
Aquellos que disfrutan al leer novelas de perfil histórico escritas con maestría y un exquisito estilo narrativo, deberían conseguir cuanto antes un ejemplar de «Memorias de Adriano», una obra que, pese a su antigüedad, aún ofrece motivos para ser apreciada.
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