Resumen de Pupila de águila

Desde que la literatura comenzó a atraer a las personas, muchos autores se han dedicado a escribir obras pensadas para el público infanto-juvenil. «Noche de viernes», «Socorro», «Palomita Blanca» y «La Fuerza de Sheccid» son sólo algunos de los libros que, por sus características, resultan interesantes para los jóvenes.

Dentro de esa amplia variedad de propuestas literarias para adolescentes también se encuentra «Pupila de águila», un relato que el novelista español Alfredo Gómez Cerdá condimentó con algo de aventura, mucho de amor y un resto de intriga.

En esta atrapante historia que ha sido galardonada con el Premio Aureliano Buendía, los protagonistas son Martina e Igor, dos muchachos que se conocen en un ámbito hospitalario.

Ella, una joven procedente de la montaña que vive en Madrid por cuestiones educativas, se encuentra en la clínica debido a una intervención quirúrgica que le han realizado. Él, por su parte, llega hasta allí tras un intento de suicidio.

Impresionada por el estado del desconocido e impulsada por el recuerdo de su hermano Toni, quien había fallecido en una situación algo confusa, Martina comienza a acercarse al joven y así es como nace entre ambos una profunda amistad. Con el tiempo, ese vínculo se transforma en un amor juvenil y las circunstancias en las que perdió la vida su amado hermano quedan al descubierto.

Con la dolorosa verdad frente a sus ojos y el lazo con Igor quebrado, Martina decide regresar a su pueblo y estar con su familia. Sin embargo, el muchacho parece no estar dispuesto a perder a su novia.

Aunque desconoce dónde queda esa aldea a la que se ha marchado la joven y sólo sabe que huele a galletas, este personaje emprende una larga peregrinación para encontrarla y así es cómo comienza a descubrirse a sí mismo y a entender la razón de su regeneración.