A diferencia de otros autores, el español Torcuato Luca de Tena Brunet fue un escritor arriesgado pero también comprometido con sus obras.
Este hombre que nació en Madrid el 9 de junio de 1923 no era un simple creador de historias. Era una persona interesada en ofrecer relatos bien construídos y, para lograr ese objetivo, solía investigar acerca de las temáticas que le parecían atractivas. De esta forma, lograba textos de contenido realista y una minuciosa descripción de los personajes.
Antes de elaborar la novela titulada «Los renglones torcidos de Dios», por ejemplo, el autor luchó para ser internado en un sanatorio psiquiátrico. Su idea, por ese entonces, era conocer por sí mismo el ambiente y el estilo de vida de los manicomios. Aunque algunos profesionales se opusieron, Luca de Tena consiguió su propósito y, producto de esa experiencia, nació esta obra inspirada en la locura.
«Los renglones torcidos de Dios» tiene como protagonista a Alice Gould, una mujer que pasa sus días en un hospital dedicado a atender y resguardar a aquellos que padecen algún tipo de desequilibrio mental. Desde su realidad, ella cree ser una detective privada que está al frente de un equipo de investigadores contratados para esclarecer casos complejos.
Sin embargo, un mensaje firmado por su médico particular alerta sobre su supuesto estado real: según sus consideraciones, Alice sufre una obsesión paranoica hacia su marido, a quien quiere destruir.
A partir de esa carta, los médicos intentarán descubrir si esta mujer ha sido internada de forma injusta o si, en efecto, sufre un grave y peligroso trastorno psicológico. Claro que la elevada inteligencia de Gould, su misteriosa personalidad y su actitud, a simple vista normal, harán complicado el trabajo de estos profesionales que están obligados a descubrir la verdad del asunto.
Con este relato como excusa, Torcuato Luca de Tena consigue poner frente a los ojos de miles de lectores la triste e indeseable realidad que viven los llamados «locos», esas personas diferentes que el autor presenta, en un marco de respeto y sensibilidad, como «los renglones torcidos de Dios».
Comentarios2
Hace muchos años que lo leí, y todavía l guardo en el recuerdo. La verdad es que es un gran libro.
Blanca.
Pues cada loco con su tema no??? jejeje muy buene obra sin duda.
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