La tabla de Flandes, de Arturo Pérez-Reverte

En 1990, el escritor y periodista español Arturo Pérez-Reverte sorprendió a gran parte de la crítica y a numerosos lectores al publicar «La tabla de Flandes», una novela donde los contenidos históricos se conjugan con los policiales para dar lugar a un relato apasionante. En él, el arte y el ajedrez adquieren una gran relevancia que vuelve más sorprendente y original a la trama.

A través de esta propuesta, el también creador de obras como «El pintor de batallas» y «El capitán Alatriste» invita a quien esté interesado en este material a ser testigo de una alianza establecida por una joven restauradora de obras de arte, un excéntrico jugador de ajedrez y un anticuario homosexual con el fin de resolver un viejo enigma asociado a una manifestación artística.

Los tres, tal como se desprende al conocer el trabajo de Pérez-Reverte, quieren develar un secreto cuya clave fue introducida, a fines del siglo XV, en «La partida de ajedrez», un cuadro elaborado por un maestro flamenco. Cuando por fin deciden iniciar la investigación, los protagonistas se verán involucrados en una emocionante aventura en la que los movimientos propios del ajedrez les permitirán ir acercándose a una verdad que pudo haber llegado a transformar la historia europea.

Como advertirá más de un lector que también haya leído «El Código Da Vinci», tanto este material publicado varios años después que el libro del español como «La tabla de Flandes» apuntan a un mismo argumento. De todas formas, es necesario aclarar que las similitudes no le quitan magia a la lectura de ambos. Si quieren compararlos en materia literaria, no tienen más que conseguir ejemplares de cada uno, así como también pueden buscar las respectivas adaptaciones cinematográficas para establecer semejanzas y diferencias entre el trabajo del exitoso estadounidense Dan Brown y el de Arturo Pérez-Reverte.