Entre todos los libros que se editaron en 1992 y con el tiempo tuvieron repercusión internacional se encuentra «La temporada de caza», una obra que forma parte de la producción literaria del guionista, director teatral y novelista italiano Andrea Camilleri.
Con este nuevo material, el autor que no había logrado impactar a la crítica con «El curso de las cosas» buscó reivindicarse y demostrar que era capaz de seducir con un texto a miles de personas. Por fortuna, esta vez sí consiguió provocar interés en los lectores y su rol de escritor pudo ser valorado tanto en su país como en el extranjero.
«La temporada de caza» está ambientada en Sicilia y propone a quien la descubre acceder a una visión hilarante del particular entorno rural siciliano. A medida que se avanza en la lectura del relato, es posible sumergirse en una atmósfera algo extraña donde hay espacio para disputar herencias y advertir vendettas incumplidas.
Según se narra, los planes de herencia y descendencia del marqués Filippo quedan sin efecto cuando, un buen día, tras toparse con una seta venenosa su cretino descendiente pierde la vida. Dicha muerte no sólo revolucionó la realidad del marqués, sino que también repercutió en Carmelina (quien, pese a ser una cabra, podía considerarse como la viuda ya que había mantenido un romance con el fallecido) y en la esposa de Filippo, quien a partir del lamentable episodio quedó trastornada vaya a saber uno si por la pérdida de su hijo o por las consecuencias que ello tuvo sobre su marido.
Por el original modo que ha elegido Camilleri para desarrollar esta novela y las particularidades de la trama, vale la pena darle una oportunidad a «La temporada de caza». Es difícil saber de antemano si quedarán satisfechos con la lectura, pero si los datos vertidos en este artículo les resultaron interesantes, es posible que el material logre cautivarlos.
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