Tengo ganas de ti, de Federico Moccia

«A tres metros sobre el cielo» es la exitosa novela que le permitió al italiano Federico Moccia demostrar su talento para la escritura y ganarse la admiración de numerosas personas alrededor del mundo. Si bien apenas fue concluida esta obra fue rechazada por diversas editoriales, con el tiempo apareció la revancha y el material se transformó en un relato aclamado por lectores de múltiples nacionalidades.

Tal fue la relevancia lograda por esta propuesta que, además de inspirar la creación de una adaptación cinematográfica, animó a su creador a desarrollar una segunda parte. La secuela surgió en 2006 y no tardó en ser disfrutada por aquellos que se habían deleitado con la primera parte de la historia.

«Tengo ganas de ti», tal el nombre que recibió el libro, ofrece una trama marcada por los deseos, el alcance del amor y los sueños. En él, el núcleo de la acción es Step, quien regresa a Roma después de haber pasado los últimos dos años de su existencia en la ciudad de Nueva York.

Atormentado por el recuerdo de Babi, Step teme el momento de reencontrarse con ella, aunque pronto advierte que el panorama ha cambiado y que, de a poco, deberá reconstruir su vida en territorio italiano.

Este desafío incluye forjar nuevos lazos de amistad, conseguir un empleo y, en definitiva, iniciar una etapa distinta. Su reto parece tener un antes y un después de conocer a Gin, una muchacha atractiva y alegre que lo lleva a creer que, en efecto, puede volver a enamorarse.

Pese a sus ganas de apostar una vez más al amor, Step no puede borrar a Babi de su mente y, cuando de manera casual se tropieza con ella, su mundo parece tambalearse por completo.

Por toda esta experiencia enfrentada y padecida por Step, surge un interrogante que más de un lector se ha hecho a lo largo de su vida sin poder hallar una única respuesta: ¿es posible revivir la magia del primer amor?

Si están deseosos de dejarse cautivar por una historia impulsada por el amor y sus consecuencias, no olviden revisar el contenido de «Tengo ganas de ti».