Meses después de haber dado a conocer el contenido de «Casa desolada», el novelista inglés Charles Dickens amplió su brillante producción literaria con «Tiempos difíciles», un relato cuya acción se desarrolla en Inglaterra durante el primer periodo de industrialización.
A la hora de elegir un escenario para enmarcar esta historia, el también creador de obras como «Nicholas Nickleby» y «David Copperfield» evitó hacer referencia a Londres y optó por centrar la novela en Coketowon, una ciudad ficticia de perfil industrial ubicada en el norte del país.
La trama de este libro que comenzó a difundirse a través de «Household Words» (periódico editado por Dickens que se publicó de forma semanal entre 1850 y 1859), además de retratar a la antigua sociedad inglesa, describe y critica al sistema que termina por convertir a las personas en una especie de repuestos de una maquinaria dominada por unos pocos.
A medida que la lectura avanza, resulta sencillo advertir la postura de Dickens frente a la Revolución Industrial. Con ese periodo histórico como disparador de ideas, el escritor elaboró un texto fuerte donde hay espacio para mencionar las pésimas condiciones laborales de los obreros y los alcances de las prácticas utilitaristas, pero también para señalar puntos en común entre dos mundos que, a simple vista, parecen muy alejados entre sí: el de la burguesía y el de la clase obrera.
Quizás «Tiempos difíciles» no tenga la misma fama que «Cuento de Navidad» ni genere tanto interés como «Oliver Twist» pero, de todas formas, es un material que vale la pena leer. Disfrutar su contenido no sólo permite ampliar conocimientos en materia histórica, sino que promueve reflexiones y enriquece el intelecto de todo aquel que apueste por esta interesante propuesta que, pese a ser antigua, describe escenarios que, de una u otra forma, se mantienen vigentes.
Comentarios2
Linda obra para plaasmar ideas sobre la Rev. Industrial.
Vaya si se mantiene vigente!!! Y con toda la carga histórica de sus consecuencias. Quizá este fue uno de los autores que percibió casi oportunamente que la llamada revolución industrial de Inglaterra vino al mundo para quedarse, pues las consecuencias del deterioro en las relaciones socio laborales empeoraron y perduran hasta hoy agudizándose cada vez más hasta nuesttos días.
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