Una mejor manera de vivir, de Og Mandino

La vida puede ser una experiencia alucinante y enriquecedora si uno sabe aprovecharla al máximo o un sacrificio repleto de obstáculos y episodios negativos si no se posee el entusiasmo y la predisposición necesaria para aceptar lo que el destino depara.

Es cierto que el paso por este mundo a veces se vuelve difícil y obliga a enfrentar situaciones dolorosas e indeseadas, pero siempre hay recursos para minimizar los momentos malos, solucionar los eventuales problemas y encarar el futuro con optimismo y buena energía.

Si bien depende de uno llevar un estilo de vida apacible donde cada día se presente como un desafío para progresar y crecer como persona, no está demás apelar a la literatura para encontrar allí pautas que sirvan como guía y disparen actitudes positivas.

Libros como “El vendedor más grande del mundo”, “El ángel número doce”, “El milagro más grande del mundo”, “El regalo de la felicidad”, “El secreto más grande del mundo” y “El don de la estrella” pueden ayudar en el proceso de autoconocimiento y motivar al interesado a mejorar su realidad, pero si ya se han leído y se necesitan nuevos incentivos para enriquecer el espíritu y perfeccionar conductas para atraer muchas otras cosas buenas, tal vez sea aconsejable apostar una vez más por los trabajos del exitoso autor estadounidense Agustine Og Mandino.

Además de haberle regalado al mundo las obras mencionadas en el párrafo anterior, este hombre que nació en Italia el 12 de diciembre de 1923 creó propuestas como “Una mejor manera de vivir”, un material traducido a una gran cantidad de lenguas que ya desde el título advierte que su contenido busca enseñar a llevar una existencia agradable, placentera y productiva.

En él, el autor ofrece recomendaciones útiles a la hora de iniciar un camino de superación personal, pero estos consejos carecen de valor si uno no se esfuerza primero por confiar en sus propias posibilidades. Por eso, antes de iniciar la lectura de “Una mejor manera de vivir” es recomendable aprender a quererse, a creer en uno mismo y a reconocer las fortalezas y debilidades para, en base a eso, poder determinar qué cambios son necesarios para alcanzar la plenitud.