Viaje a la Alcarria, de Camilo José Cela

A lo largo de su extensa trayectoria, el escritor español Camilo José Cela, quien en 1989 fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura, elaboró una gran cantidad de materiales pero, en esta oportunidad, sólo vamos a hacer referencia a un trabajo en particular.

Como bien indica el título de este artículo, el texto elegido para evocar desde estas líneas es «Viaje a la Alcarria», el libro que Cela publicó en 1948. Para darle forma, el novelista se inspiró en la comarca natural española que se encuentra en la submeseta sur de Castilla y ocupa la mayor parte de la provincia de Guadalajara.

La zona, que alcanzó una gran popularidad desde que se dio a conocer esta obra, toma su nombre de un término árabe que significa «terreno alto, raso y con poca hierba». Tal como se puede apreciar al iniciar la lectura de esta propuesta que, desde el punto de vista de numerosos especialistas, es el más sobresaliente de sus libros de viaje, hasta allí llega un viajero dispuesto a recorrer cada rincón de la superficie alcarreña.

Provisto con un morral sobre su espalda y una cantimplora enganchada a su cinturón, este aventurero (que no es más que el propio Cela) comenzará a transitar los caminos de Alcarria, una experiencia que lo llevará a tener curiosos encuentros, mantener extraordinarias conversaciones y a acumular un sinfín de anécdotas que, con mucho de realismo, sentido del humor y ternura, compartirá con todos aquellos que sientan deseos de conocer sus apasionantes vivencias.

Valiéndose de un lenguaje sencillo y mucha creatividad a la hora de construir este relato elaborado en base a recuerdos suyos, Cela consiguió hacer de «Viaje a la Alcarria» un texto repleto de belleza y sabiduría que, con el tiempo, se ha convertido en una joya de la literatura española.