El Comisario Montalbano se presentó ante el público en 1994, cuando el escritor italiano Andrea Camilleri publicó «La forma del agua». Desde entonces, este personaje de ficción dedicado a resolver toda clase de crímenes no dejó de sumar seguidores que se volvieron incondicionales a las obras de Camilleri.
«La voz del violín» es uno de los libros que tiene como protagonista a Montalbano. Fue editado por primera vez en 1997 y constituyó la cuarta novela de la saga, al aparecer después de «El ladrón de meriendas».
El relato transcurre en Sicilia, cuando el comisario sufre un accidente que le lleva a descubrir, de manera casual, el cadáver de una joven hermosa: Michela Licalzi. El cuerpo aparece en la vivienda que la muchacha compartía con un médico boloñés, cerca de un misterioso violín que se halla guardado en su estuche.
Un pariente de Michela, desaparecido desde la misma noche del asesinato, es señalado como el principal sospechoso. El Comisario Montalbano, sin embargo, encara su propia investigación al margen de sus superiores y comienza a descubrir que no todo es lo que parece.
El protagonista, una vez más, demuestra que no tiene reparos en quebrar la ley para llegar a la verdad. Camilleri se encarga de reflejar en «La voz del violín» que los intereses existentes entre los diferentes cuerpos de seguridad pueden entorpecer el esclarecimiento de un crimen. Al igual que en libros anteriores, el italiano deja ciertas tramas abiertas que continúan en otras entregas de la serie de Montalbano.
El lenguaje directo, el ritmo ágil y las pinceladas de humor son algunas de las características que convierten a «La voz del violín» en un libro de lectura recomendada. El hecho de incluir tramas secundarias que se inician o que terminan en otros libros, sin embargo, puede desilusionar a más de un lector. De todas formas, la trama central se abre y se cierra en esta obra del también creador de «La temporada de caza» y «El curso de las cosas».
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