" Los Años, Mi Alma y Una Llamada..."

“ Los Años, Mi Alma Y Una Llamada...”

Hace unos años que te perdí y sigues aquí presente

todavía escucho tu voz, tus recuerdos siguen latentes;

sigo pensando en mirar tus ojos, sin encontrarlos cuando despierto

sigo fingiendo que no te extraño, siendo que te amo en cada sueño.

Que no te extraño, cuánto me duele tener que decirlo

cuando preguntan si he amado, si alguna vez tuve un cariño;

cariño, cuántas veces habré dicho esa palabra

quizá más de una, quizá no la he dicho, al menos no desde el alma.

Un alma que es tuya, que vive presa desde que no estás

sangrando por las llagas de las cadenas, que con tu ausencia, duelen más;

son años soportando el dolor, son años extrañando tu amor

cuánto más debo seguir soportando, creo haber ya pagado mis culpas,

todas mis lágrimas he derramado; lo que sufriste, ya lo he pagado.

Ya lo pagué, con una deuda de nunca olvidarte

los intereses, a una tasa de nunca dejar de amarte;

hacer un balance, es por demás, es totalmente absurdo

aquellas ganancias que tuve, amortizaron con tu partida,

la utilidad que conservo, un corazón; que muere día con día.

Intenté cuanto pude, lo que estuvo a mi alcance para no dejarte escapar

suplicar perdón, implorar clemencia, ofrendar mi vida por volverlo a intentar;

ya no pude convencerte, lo prometiste y cumpliste abandonarme

no pudiste olvidar una vez más, no pudiste una vez más perdonarme;

tal vez nunca lo lograste, tal vez nunca me olvidaste.

Ahora es poco lo que queda por hablar

hoy, que tú besas a otro y que tus besos, me esfuerzo en recordar;

mientras tú eres feliz, con los recuerdos me consuelo

y mientras gozas el vivir, yo mi vida estoy perdiendo;

aunque no puedas estar aquí, todo lo bueno te deseo.

Sí, lo comprendo, ya sé que estás cansada

era noche cuando empezamos y ya es de madrugada,

me escuchaste, quizá comprendas que tengo el alma desolada,

no te preocupes, ya no importa, sólo me resta el dar las gracias;

gracias, por no negarte, por haber tomado esta llamada

una llamada que nunca debió ser, pero que fue la más desesperada;

tal vez lo último que hago, hasta el día en que me vaya...