“YA NO SOY YO”. Recuerdo que contaba, casi escribía. Algunos textos podía leer: Mis papás me habían enseñado. Llegué aquel primer día. ¡Día de esperanza! En la puerta del colegio, una señora, de grave apariencia, mi llegada esperaba. A un pupitre me asignó. Olvidé su nombre. Mas, recuerdo su cara. Más que su rostro, recuerdo su amor. Tanto me quiso, que de sus reprimendas, aprendí que el alumno más meritorio, es el que se cultiva en compartir con los demás lo que sabe. Tanto la amé, que por simio pasé y cada gesto, cada palabra, cada oración, sin pensar imité… Como a ella, recuerdo a mil y un rostros con nombres olvidados: Aquellos, que tal a su hijo me intimaron, y fui su delirio, Aquellos amigos, que latosos con migo, censuraron mis culpas. Aquellos que secaron de mis ojos las lágrimas con una sonrisa. Aquellos que encumbraron mi ánimo y autoestima y me dieron nuevos bríos para continuar adelante. Aquellos que sin yo hablar escucharon mis problemas y compartieron mis ahogos, dándome aliento. Aquellos que cuando me faltó certidumbre, Iluminaron mi camino, sacándome de la exclusión. Aquellos que en sus enseñanzas labraron su inmortalidad... No fueron ellos quienes me enseñaron a leer o escribir, Pero, de ellos aprendí a escribir en el alma, a leer en los ojos, a imaginar lo que no puedo ver, a ver lo que otro pueda imaginar. Nunca hicieron una máquina del tiempo. Sin embargo, Con ellos viajé a tiempos remotos, a tiempos por venir, y aún veo en sus ojos el iris del acabado infinito. Ninguno fue cosmonauta. No obstante, ¡Cuan bellas son las estrellas que me hicieron transitar! ¡Cuan variadas las culturas que conocer me hicieron! Jamás sus descontentas manos me agraviaron. Pero, ¡cuántos golpes evadieron de mi piel! ¡Cuántas angustias evitaron y ninguna vez llegaron a mí! Quizá, muchas veces debí ser juzgado. Mas, no siendo jueces, sentí que vivía en el corazón de sus pasiones. Alimentos no me proveían. Pero, me nutrían con lo que se ceba a las polillas; y de celulosa se hizo mi pensamiento. Ni siquiera les di un regalo o, una frase de agradecimiento. Pero en el alma los llevo con admiración y deseo, en una constante súplica del juicio. Tal vez, ya no me recuerden; mi fisonomía cambió, como cambian los años: ¡Los meses los mismos, de primavera a invierno: una paranoia! No me hicieron una radiografía, ni de resonancia magnética sabían; pero, supe qué había debajo de mi piel: cada parte, cada nombre, toda la razón. Conocí de los rojos ríos sus cauces, del don de la vida su muerte, y del hedor de la muerte su bullicioso vivir… ¡Ni oro ni rubíes ni zafiros, tampoco diamantes o esmeraldas: Sin luz ningún brillo! Mis profe’s brillaron lo mismo, en oscura noche sin luna, que en esplendente día soleado. Más que las gemas, ellos todo lo valen: Una perla entre el coral se esconde, yo vi las perlas fulgurar al derrocharme en sus ojos… ¡y soñé cuando pernocté en su silente ensueño! ¡Ya no soy yo! Soy la alquimia de todos aquellos, que en natural realidad, dejaron su encanto para mi galante edicto en el futuro. Aquel que me conoce, me sabe desde la A hasta la Z, porque sin ser un diccionario de exóticos dialectos, soy de mis maestros un locuaz abecedario. ¡Cuanta afectiva savia en mi dejaron! Por mí, libraron sus batallas. Agradecerles no basta. ¿Con qué se paga el vehemente desvelo? Guardo su dulzura, su entereza, su galanura, su prestigio, su luz y, su incondicional amor. ¡En mí no se quedan! Otros, en parte las reciben. ¡Los que me siguen serán como ellos o como yo! ¡Ya jamás nadie sabrá quién es! ¡Hay cosas que siendo tan humanas, tal parecen de un mundo de ficción! Conocerlos fue tan humano. Sin embargo, abducirme como lo hicieron, para esculpir mi discurso, cambiando mi yo por el de todos, es un mito, asomo de ficción… ¡Tal vez, un día fui yo: ¡Antes de ir a la escuela! Después, soy una parte de todos. ¡Un poco de todos mis Profe’s! Y viciado, tal docente soy, en su solemne maestría, ¡Jamás volveré a ser yo!... ¡Gracias les doy! … (Lic. Prudencio Guerrero Fernández). Profesor de Matemática IPVCE ”Luis Urquiza Jorge”. Las Tunas (2010-12-15).
- Autor: prudenciogf ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2011 a las 18:46
- Comentario del autor sobre el poema: Es un poema dedicado a los profesores
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 40
Comentarios1
sii creo que definitivamente ya no eres el mismo buen poem saludos!
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