Dicen que soy despiadado,
por amar una mujer sencilla y buena,
sabíendo que este amor es prohibido,
seré objeto de dura condena.
Siendo joven viste de negro,
esconde su pelo bajo fina telas,
y una sonrrisa suya,
será mi consuelo.
Vive solo para los altares,
rogándole al Dios de las alturas,
ponga en mi vida,
otras mujeres.
Rogándole a su Dios,
que no la escucha,
que deje a Dios lo que es sagrado.
Por: Manuel Palacios.
- Autor: Manuel Palacios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2011 a las 11:36
- Categoría: Amor
- Lecturas: 105
- Usuarios favoritos de este poema: GITANA DULCE
Comentarios1
SI ELLA SIENTE AMOR POR TI, NO DEBE SEGUIR CON SUS VOTOS, SOLO ANIMARSE A DEJARLOS Y CONTINUAR SU VIDA, JUNTO A TI,
DIOS NO LO VERA MAL
ABRAZOS DE GITANA.
Bello comentario, gracias Gitana, un saludos desde Venezuela para Argentina. Manuel Palacios.
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