Hace cuarenta minutos
que quiere salir,
por eso golpea el vidrio.
La miro de a ratos
y me cago de risa por dentro;
no puede ser tan cabezona
esta mosca de mierda;
cuarenta minutos golpeando
un vidrio.
no sé qué busca,
ni para qué quiere salir;
nada hay afuera que
no haya visto antes.
Pero insiste y me empieza
a joder.
¡Quedate quieta, basta;
no golpees más el vidrio!
[Voy al baño y la escucho: zumbando, golpeando el vidrio.]
“…la policía incautó hoy treinta kilos de marihuana en un operativo al sur del conurbano bonaerense…”
“…It must not be thought that the remarks were addressed to me or to anybody but the…”
[Sigue intentando… Ahora la miro… me acerco despacio… aplasto su cuerpo contra el vidrio y una revista… la miro de nuevo… y me sonrío en el vidrio.]
“… ¿Hola? ¿Quién está del otro lado?
_ Marta
_ ¡Hola Marta! Bienvenida a… “
M.R.
- Autor: Martin Rodriguez Trillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2011 a las 01:22
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 43
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.